El regañao y los toros, una combinación que no falta en la merienda con más historia de Teruel

A ritmo de la charanga los turolenses se han acercado hasta la Plaza de Toros de la ciudad para disfrutar de uno de los actos más emblemáticos de las Fiestas de la Vaquilla del Ángel: la merienda del domingo, para la que el sábado ya no quedaban entradas. Con neveras portátiles y bolsas con comida, en las que no falta el tradicional regañao. Un tentempié para todos los gustos, aunque los más vistos esta tarde en los tendidos han sido los de jamón, panceta y sardina. 

Sin perder el espíritu festivo, peñistas y turolenses bailan en las gradas disfrazados. La fiesta está en las gradas, pero el ambiente lo ponen los cuatro toros en el albero. Los astados que se muestran son los que a las 05:00 de la mañana se trasladarán hasta el centro histórico de Teruel para ser ensogados y corridos el lunes por la tarde por las principales calles de la ciudad. Este año los toros pertenecen a la ganadería de Teodoro Adell de Castellote.

Terminado el evento, las peñas regresarán hasta el centro de la localidad, donde en sus respectivas carpas continuarán con la fiesta hasta que en la medianoche del lunes toque retirar el pañuelo al Torico y descontar de nuevo los días para la próxima Vaquilla.