El problema de las toallitas: "No podemos usar el inodoro como una papelera"

Las toallitas son un verdadero problema, tanto medioambiental como económico. En Zaragoza capital, se retiraron durante el año pasado unas 360 toneladas de estos y otros residuos fibrosos, como tampones o pañales. Todos ellos acaban en las depuradoras aragonesas. Manuel del Rincón, jefe de la Unidad de Depuración de Ecociudad Zaragoza, explica que, acabar con esta lacra, es una tarea individual que requiere concienciación: "No podemos usar el inodoro como una papelera".

En los centros como el suyo, en La Almozara, gracias a las herramientas y equipos son capaces de extraer entre seis y siete toneladas a la semana, aunque no es suficiente. "Estas toallitas tienen distintos estados de degradación, que son los que determinan si se quedan aquí o pasan a otros circuitos. Su tiempo de degradación es mayor al que pasan discurriendo por la red de alcantarillas", indica Del Rincón. 

En su trayecto, las toallitas acaban convertidas en hilos que tienden a hacer ovillos y generar atascos en las conducciones. Solucionar este problema, en el centro La Almozara, estiman que supone un desembolso anual de entre 100.000 y 150.000 euros, a los que hay que sumar las obras de reparación. "Actualizar el digestor ha costado 1.800.000 euros", ha concluido Del Rincón.