El pantano de San Bartolomé se llena de 'brazadas solidarias' contra el cáncer infantil

Nadar 9.000 kilómetros en un mes, o el equivalente a rodear la Península Ibérica pasando por las Islas Baleares, es el objetivo del reto ‘Brazadas solidarias’ de la asociación contra el cáncer infantil Aspanoa. Termina en la medianoche de este domingo, y la última actividad presencial ha tenido como escenario el pantano de San Bartolomé, en Zaragoza.

65 nadadores se han lanzado al agua por una buena causa, la de ayudar en la investigación contra el cáncer infantil. Podían elegir entre varias opciones, como recorrer 3.000, 1.500 o 800 metros. Pero el objetivo de la iniciativa es mucho más ambicioso: sumar entre todos los participantes 9.000 kilómetros en un mes.

Este trayecto corresponde a la distancia de kilómetros del Desafío de los Faros (también conocida como Ruta 181), que consiste en dar la vuelta a la Península Ibérica a través de la ruta costera, es decir, desde el Faro de Higuer en Hondarribia (Guipúzcoa), pasando por Portugal y Gibraltar, y acabando en el Faro de Púnta s’Arnella en Port de la Selva (Gerona).

Este reto, que ya se consiguió el año pasado y logró una recaudación de 2.600 euros para Aspanoa, se complica en esta segunda edición sumando otros 3.000 kilómetros, que es la distancia que hay desde el faro de Port de la Selva hasta Palma de Mallorca, desde donde se dará la vuelta a todas las Islas Baleares para, finalmente, concluir de nuevo en Gerona.

En Zaragoza ya ha habido un evento previo al de este mes de julio. "Se hizo en febrero una actividad en piscina de relevos, y ahora hemos propuesto otra 'online' y esta travesía presencial que hemos vivido este domingo", explican los organizadores del evento. Esta actividad está promovida por Óscar Villanueva y el Club Triatlón Cierzo, con la colaboración de la Federación Aragonesa de Natación. Los organizadores esperan superar las cifras del año pasado, ya que antes de lanzarla oficialmente ya se han recaudado más de 500 euros para Aspanoa.

Este pantano es el último tramo de la segunda edición de este desafío, pero la meta, aún lejana, es otra: terminar con una enfermedad que cada año afecta a unos 1.000 niños en España.