El lago de Eriste pierde a su inquilino más querido

Los vecinos y visitantes del Valle de Benasque echarán desde este sábado de menos al cisne que durante la última década ha convertido en su casa el lago de Eriste, en el municipio de Sahún. Esta mañana se ha encontrado su cuerpo sin vida en una de las orillas del lago, y se investigan las causas de su muerte. Su presencia era uno de los grandes atractivos del valle, y no eran pocos los vecinos y visitantes que buscaban fotografiarle o acercarse a él, a riesgo de ser atacados. El alcalde, José Luis Rufat, mostraba su tristeza por la pérdida del último ejemplar de cisne, desde que una pareja de estas aves se establecieron por primera vez en la zona hace cerca de 40 años: "Era uno más del pueblo" y "el señor del lago".

La principal hipótesis, según el alcalde, apunta a una pelea con otro animal por el territorio. A pesar de estar acostumbrado a tener gente cerca, nunca estuvo domesticado y defendía su territorio, recuerda Rufat. "Esta vez le habrá tocado perder", lamenta el alcalde. Cree que aún es pronto para pensar en buscar un sustituto, pero asegura: "Algo habrá que hacer. Es uno de nuestros símbolos". Un vecino que ha pasado por la zona, le ha enterrado ya junto a la orilla del lago. 

Los cisnes han estado presentes durante cerca de 40 años en el lago. El ejemplar fallecido, el último que quedaba, vivía en Eriste desde hace una década. Hasta 2013, vivió con una pareja que fue arrastrada por las riadas que asolaron el valle aquel año. Además, compartía espacio con una cincuentena de patos que frecuentan el lago. Este espacio, recuerda el alcalde, es uno de los mejores lugares para pasear en todo el valle. Asegura además, que una vez que se ejecuten las obras de la depuradora de agua, previstas para este verano, el lago se convertirá en '"la playa del valle".