Sesiones de fotos en familia, otra tradición navideña en aumento

Hacer una sesión de fotos en familia por Navidad se ha convertido en los últimos años en una tradición de los que están 'a la última'. Los fotógrafos profesionales de Aragón creen que esta tendencia se ha acentuado con la pandemia de la COVID-19, que ha provocado que apreciemos más a la gente que tenemos cerca, aunque, admiten, se trata de un clásico casi inmortal. Algunos fotógrafos cerraron sus agendas en noviembre y, a pocos días del 25 de diciembre, dicen estar saturados.

Este es el caso de Paula Pérez, fotógrafa en Teruel: "Estoy desbordada. Tengo muchísimo trabajo. Saqué las plazas en septiembre, empecé la temporada en octubre y en noviembre cerré agenda", afirma la profesional, quien apunta que ha tenido que decir que no "a muchísima gente", porque no daba para más. "Otros años la cosa iba un poco más lenta", añade.

Pérez sacó 45 sesiones con el inicio del curso escolar para que las familias reservaran su plaza y rápidamente completó su 'planning'. Para ella, la Navidad supone el 40% de la facturación de su negocio porque, cuenta, aunque también fotografía bodas, recién nacidos y embarazos, ningún otro evento permite ingresar tanto dinero en tan poco tiempo. "En dos meses facturas mucha cantidad. Estos años, las bodas se han ido aplazando y como fotógrafo vas dando tumbos", explica, para terminar diciendo tajante que si una familia le pidiera a estas alturas un reportaje navideño sería "imposible". "He cerrado la agenda hasta agosto del año que viene", sentencia. 

El presidente de la Asociación Profesional de Fotógrafos de Aragón (AFPA Aragón), Salvador Palos, sitúa a la Navidad en una temporada importante para el sector. A su juicio, en el menor de los casos supone el 15% de la facturación de estos profesionales. "La foto es un regalo perpetuo, que con el tiempo gana más valor. En los últimos dos años, el retrato familiar ha cobrado importancia. Creo que el hecho de que todos hayamos sufrido la falta de algún familiar nos ha hecho pensar de otra manera", indica.

Álbumes, tarjetas con foto y texto, lienzos e incluso tazas, llaveros o cojines. Las posibilidades de plasmar un recuerdo navideño son casi tan infinitas como nuestra imaginación. Y, a estas, desde hace años se ha sumado la versión digital. De hecho, Paula Pérez solo ofrece a sus clientes la opción de encargar 20 fotografías digitales, en dos escenarios diferentes, por 80 euros. "La gente quiere material para mandar por WhatsApp o subir a las redes sociales", comenta la fotógrafa, aunque, según Salvador Palos, "para regalo siempre es mejor papel".  

En Zaragoza, Yolanda Velilla se dedica desde hace más de diez años a la fotografía. Está especializada en retratar bebés y para ella la campaña navideña es algo "tradicional". Reconoce que le salen más rentables las sesiones con recién nacidos, por lo que cuando hablamos de temática navideña solo acepta a los clientes fijos que año tras año han acudido a su estudio. "Acepto a los que empezaron de pequeños y ya son mayores, los que repiten cada año. Cada temporada elijo un color relacionado con la Navidad y elijo una temática. Este año es el rojo", apunta.

Capturar con la cámara a un bebé de escasos meses de edad es mitad arte, mitad desafío. María Gracia tienen un estudio en Huesca dedicado a la fotografía familiar. Para ella, la Navidad supone el 20% de sus ingresos anuales, y afirma que la clave para fotografiar a un niño es la paciencia. "Son sesiones muy largas. Hay que ir adaptándose. Lo ideal es tener el estudio a unos 27 grados de temperatura, y se recomienda tener algo de formación sobre las posturas del bebé. También hay que parar si ha comido o si se les tiene que cambiar", relata. 

En estos momentos, María sigue realizando sesiones navideñas de familiares que la tenían reservada y la tuvieron que atrasar por dar positivo en COVID-19. Sin embargo, a escasos días de dar por finalizada esta temporada, valora positivamente la etapa. "Estamos muy contentos. Hemos notado que cada vez se hacen menos sesiones de comuniones, que antes eran una campaña muy fuerte, y más sesiones temáticas como Navidad o el Día de la Madre".

Más fotos en familia y menos individuales

Las tendencias en fotografía van cambiando año a año. Cada temporada, los clientes demandan una estética diferente. "Siempre hay una parte de gente que busca la típica temática navideña, pero cada vez se abren más a salir del típico Papá Noel para intentar cosas más abstractas, como recrear una escena en torno a un sentimiento, algo que no sea tan evidente", observa María Gracia, quien intenta reproducir en sus instantáneas escenas de cuentos o bosques nevados.

Este año, la fotógrafa Paula Valero, afincada en Teruel, ha cambiado el estilo clásico por una composición de cajas. Fotografiaba a las familias en un módulo cuadrado, y después montaba la escena en forma de colmena. Una idea que, exclama, ha tenido mucho éxito. "He tenido que cerrar la agenda desde hace un mes y pico porque tenía mucha gente y no me daba la vida", relata. En su caso, ofrecía a sus clientes tres opciones -uno en formato digital, otro con fotos impresas y el otro con fotodecoración-,  con unos precios que rondan entre los 80 y 150 euros.

Los fotógrafos coinciden en que lo más demando estos días son las sesiones familiares. "Antes la preocupación eran solo los niños, pero ahora acude la familia completa", afirma el presidente de la Asociación Profesional de Fotógrafos de Aragón, quien reivindica el valor de la fotografía profesional en un momento donde casi todos disponemos de un teléfono móvil capaz de capturar imágenes. Estas fotografías, concluye, "no son solo lo que se hace en el estudio. Luego tienen un procesado, arreglo de parámetros, iluminación, retoques... No es llegar y hacer la foto. Buscamos la perfección".