El fuego deja numerosas pérdidas en cultivos y ganado

El incendio de Añón de Moncayo ha dejado un paisaje desolador en la zona y numerosas pérdidas en cultivos, ganadería, explotaciones apícolas o infraestructuras. Los vecinos y los técnicos de la Diputación de Zaragoza (DPZ) ya han comenzado este miércoles a valorar los daños, aunque todavía es pronto para cuantificar su magnitud. En unos días comenzara el peritaje de los seguros.

El fuego ha calcinado la masa forestal y también algunos cultivos de la zona. Las llamas avisaban de la catástrofe en la agricultura y, aunque la viña, con el laboreo se ha salvado del fuego, no han corrido la misma suerte los leñosos: olivos y almendros a punto de recoger que no volverán a dar fruto.

Y las consecuencias aún pueden ir a más. Con el canal de riego cortado desde el suministro, los agricultores de Ambel, Bulbuente y Borja siguen sin poder regar sus huertas. "Huertos, maíces y cosas de estas lo van a pasar mal. Esperemos que, a lo mejor, pasado mañana podamos hacer algún injerto y sanear esto", señala Fabián Lajusticia, presidente del sindicato de riegos.

El voraz incendio también ha afectado a la ganadería. Algunas granjas han quedado devastadas y hay animales que siguen muriendo días después por la inhalación del humo. David Visús, apicultor, ha perdido 100 de sus 400 colmenas. Las abejas que se han salvado no encontrarán polen en los alrededores. "La recuperación total de la masa floral y arbórea va a llevar de cinco a 30 años y en ese tiempo tenemos que buscarnos otros sitios de trabajo, hacer mas kilómetros de trashumancia, con lo cual, los costes suben. Y con la incertidumbre de que tenías un negocio organizado y ahora tienes que ver qué hacer con tus colmenas", explica.

En los cascos urbanos los técnicos de la DPZ trabajan también para valorar los daños en las infraestructuras y empezar a tramitar la declaración de zona catastrófica.