El Gobierno central acabará Yesa, Santolea, Almudévar y Mularroya, pero descarta nuevos embalses

El Ministerio de Transición Ecológica quiere finalizar las obras de los embalses de Yesa, Santolea, Almudévar y Mularroya, pero no comenzará nuevos proyectos hasta el año 2027. Estas son algunas de las conclusiones que se recogen en el borrador del nuevo Plan Hidrológico del Ebro 2021- 2027, que se publica este martes en el Boletín Oficial del Estado. El presupuesto de este nuevo plan es de 3.078 millones de euros, una cantidad cinco veces menor que el de 2015.

De este modo, el Gobierno central no contempla levantar nuevos embalses en la cuenca del Ebro a medio plazo, pero sí acabará los proyectos empezados, como los embalses de Almudévar y Mularroya, y los recrecimientos de Yesa y Santolea. En el Plan Hidrológico del Ebro se recoge de manera explícita que no habrá nuevos trasvases de gran tamaño entre cuencas hidrográficas. 

El Ministerio de Transición Ecológica califica este plan de "más realista" que el anterior, en el que todas las masas de agua tendrán un caudal ecológico mínimo. A diferencia de lo ocurrido en la anterior planificación, se limitan las peticiones de nuevos regadíos que han llevado a cabo las comunidades autónomas. Aragón propuso transformar 43.000 hectáreas, de las que, finalmente, el plan recoge el 60%, que son las que ya tienen financiación comprometida. 

El ministerio también quiere garantizar la calidad del agua en el abastecimiento a poblaciones como Zaragoza y su entorno, y reducir los problemas que genera la sequía en pequeños núcleos de población del Maestrazgo (Teruel), para el que proponen que la laguna salada de Chiprana se convierta en reserva natural. El plazo para presentar alegaciones a este nuevo plan hidrológico es de seis meses a partir de su publicación.