El Gancho se moviliza para acabar con la degradación de sus calles

Vecinos del barrio zaragozano del Gancho se han concentrado este domingo frente al Ayuntamiento para protestar por la imparable degradación que sufren sus calles y reclamar el compromiso de los grupos políticos para poner en marcha un plan de inversiones que atraiga a nuevos vecinos. 

Ocupación ilegal de viviendas que se caen a cachos, proliferación de solares vacíos, menudeo de sustancias prohibidas por unas calles llenas de basuras, robos, incendios provocados, peleas... Los pocos comercios que han resistido tratan de seguir adelante como pueden, mientras muchos vecinos se marchan a otras partes de la ciudad que resulten más agradables para vivir. Es lo que denuncian los vecinos, que recuerdan que El Gancho lleva años sumido en un agujero negro del que no logra escapar. Por ello, la Plataforma de Afectados del Gancho y del entorno Pignatelli vuelve a la calle para exigir la ayuda de las instituciones.

"Necesitamos que el Ayuntamiento invierta en vivienda y luego, en un plan de dinamización para el barrio", ha reclamado el presidente de la Plataforma, Óscar Villanueva. Ha avanzado una recogida de firmas y un calendario de movilizaciones, entre las que se incluyen una manifestación por el barrio el próximo 17 de octubre, y otra por la ciudad, cuya fecha está pendiente de reubicar por coincidir con el maratón del 24 de octubre. Se prevé además, una tercera para el 8 de noviembre, de nuevo, frente al consistorio.

La Plataforma reclama un encuentro en la que se junten el Ayuntamiento, el Gobierno de Aragón y la Delegación del Gobierno, y espera el "compromiso" de las fuerzas políticas con representación en el consistorio. En ese sentido, Villanueva ha denunciado que varios integrantes del equipo de Gobierno de la ciudad llevan meses sin atender las diversas peticiones formuladas para reunirse. Y ha recordado las visitas realizadas en campaña electoral a la taberna Los Faroles por el entonces candidato Jorge Azcón para explicar las soluciones que planteaba para el barrio.  

Unas soluciones que para el vecino Javier Magén, que lleva 16 años residiendo en la zona, no pueden limitarse a rehabilitar un par de calles. "Se empezaron bien las cosas, con la intervención en Las Armas. Pero, claro, si no se regenera todo el barrio, no hay nada que hacer. Porque se regenere una manzana no se consigue nada" ha lamentado. 

Por ello exigen un plan de restauración y de dinamización y el impulso de vivienda de alquiler a precios asequibles para atraer a gente joven que se sienta comprometida con el lugar en el que vive, lo que a su vez atraería a nuevos comerciantes.