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EDUCACIÓN

El Frago reabrirá su colegio tres décadas después y Botorrita tras un parón de dos cursos

La localidad cincovillesa ha duplicado el número de vecinos en tres años gracias a un proyecto de atracción de población al medio rural

C. ADÁN / M. BURGUEÑO /
La escuela de Botorrita (Zaragoza) reabre sus puertas este curso escolar.
icono foto La escuela de Botorrita (Zaragoza) reabre sus puertas este curso escolar.

Dicen que cuando una escuela cierra, un pueblo se muere. El Frago y Botorrita conocen bien lo que significa esta frase porque lo han vivido en primera persona, pero para este próximo curso han conseguido plantar cara a la despoblación y han ganado vecinos. Tres décadas después, en el municipio cincovillés, y tras dos cursos de aulas cerradas en el de la comarca Central, el 8 de septiembre, los nervios, llantos y emociones del primer día de colegio volverán a sentirse en estas dos pequeñas localidades. 

"Que se abra el colegio es dar vida al pueblo, es alegría... Nos lo han comunicado esta mañana mediante un correo electrónico desde Educación y lo estamos celebrando como cuando toca el Gordo de la Lotería de Navidad. Ahora mismo no habría nadie en el pueblo y, sin embargo, estamos una veintena celebrándolo", explica el alcalde de El Frago, José Ramón Reyes. Desde que llegó a la Alcaldía, ha trabajado en varios proyectos para repoblar la localidad, que han conseguido dar sus frutos: "Hace tres años estábamos 32 vecinos durmiendo y ahora somos 60 y subiendo". El último padrón contabiliza 115 habitantes (según datos del INE), aunque viviendo todo el año son muchos menos. Una familia de Madrid llegó para gestionar el bar, un carpintero y una 'coach' que teletrabaja desde allí, y una familia de refugiados ucranianos han sido los últimos en incorporarse al censo. Ahora, esperan la llegada de una nueva familia.  

El colegio en sí mismo tiene toda una historia de superación, ya que fue construido con mano de obra y donaciones de los propios vecinos en 1928. Cerró sus puertas en el año 1990 porque faltaban alumnos. La escuela más cercana a El Frago está en Luna, a 15 kilómetros de distancia. El próximo curso, el centro, que pertenecerá al CRA de Monlora, tendrá cuatro niños, de cinco, seis, siete y nueve años. "Pero además hay otros dos niños de año y medio y uno en camino", añade Reyes. Todavía están a la espera de saber dónde se ubicarán las aulas, ya que el antiguo colegio es ahora el espacio que usan para la secretaría del Ayuntamiento. "No descarto que sea en el salón de plenos. Cuando vengan de Educación, les enseñaremos las distintas ubicaciones y que nos digan cuál es la más adecuada", concluye el alcalde. 

El Frago cuenta con dos bares, una tienda multiservicios, una biblioteca, la asociación cultural más antigua de Aragón, La Fragolina, y ahora tienen en mente hacer una escuela de adultos y un espacio de 'coworking'. "Nuestro talón de Aquiles es la vivienda, porque no hay. La mayoría son segundas residencias y la gente ni quiere alquilar ni vender", cuenta el regidor municipal. 

A Botorrita, la pandemia le trajo nuevos vecinos

La escuela rural de Botorrita reabrirá este septiembre tras permanecer cerrada durante dos cursos por falta de niños a los que dar clase. Este periodo lectivo, que comienza el 8 de septiembre para 157.504 alumnos aragoneses, contará con la presencia de cinco alumnos en sus aulas. Tres de ellos comenzarán Infantil, uno iniciará Primaria y, por último, otro estudiante cursará sexto. "Para los pueblos, lo principal es el colegio. Es una ventaja tener escuela para que haya vida, servicios y juventud", afirma José María Castillo, alcalde de Botorrita. "Cuando una escuela cierra, un pueblo se muere", añade. 

El centro educativo tuvo que clausurar sus aulas en 2020, en plena pandemia, ya que no contaba con alumnos suficientes para mantenerse abierto. Entre los motivos se encuentra que muchos padres prefieren llevar a sus hijos a municipios cercanos como María de Huerva, Muel o Cadrete, en vez de matricularlos en Botorrita.

Esta tendencia, sin embargo, se ha visto revertida este año por la llegada de nuevos vecinos que se han instalado en el municipio zaragozano y que han decidido que sus hijos reciban sus clases en el lugar en el que residen. "Es muy buena noticia. Es una alegría volver a oír las voces de los niños en el patio", explica la concejala de Educación del municipio zaragozano, Laura Peralta. Además, desde el Ayuntamiento señalan que durante estos años no han dejado de incentivar que los niños se quedasen en Botorrita. "Ofrecemos los libros de texto de todo el periodo de escolarización y el servicio de madrugadores y de comedor gratis para quien lo necesite", señala Peralta. 

52 centros rurales con entre tres y seis alumnos

En total, está previsto que 52 centros permanezcan abiertos en el ámbito rural, manteniendo una ratio de entre tres y seis alumnos, según los últimos datos anunciados por el departamento de Educación del Gobierno de Aragón. En el caso de la provincia de Teruel, seguirán en marcha las escuelas de Aguilar de Alfambra, Alacón, Bello, Blancas, Camarena de la Sierra, Camarillas, Castel de Cabras, Cuevas de Cañart, Mezquita de Jarque, Molinos, Noguera, Los Olmos, Pancrudo, Riodeva, San Agustín, Torralba de los Sisones, Torres de Albarracín, Tramacastilla, Valdelinares y Venta del Aire.

En Huesca, permanecerán abiertos los centros de Berbegal, Chalamera, Estada, Estopiñán, Gistaín, Laluenga, Montesusín, Orillena, Pallaruelo de Monegros, Paúles de Sarsa, Plan, Senegüé, Sesa y Valcarca.

Por último, en la provincia de Zaragoza continúan abiertos los centros de Almonacid de la Cuba, Bardallur, El Bayo, Botorrita, Castiliscar, El Frasno, Fuentes de Jjiloca, Gotor, Letux, Moyuela, Pozuelo de Aragón, El Sabinar, Sestrica, Tobed, Tosos, Undués de Lerda, Valareña y Villafeliche. 

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