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MEMORIA HISTÓRICA

El Frago homenajea a Juan Beamonte, alcalde socialista fusilado durante la Guerra Civil

El acto, que se ha celebrado este domingo por la mañana, ha contado con la asistencia del presidente aragonés, Javier Lambán, quien ha elogiado su sentido de la justicia y de la igualdad social

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Imagen de Javier Lambán junto a los familiares de Juan Beamonte en el acto de este domingo. / CARTV

El Frago ha sido este domingo escenario de un homenaje dedicado a Juan Beamonte, el que fuera alcalde socialista del municipio zaragozano, y que fue fusilado durante la Guerra Civil. El acto se ha celebrado en el muro exterior del cementerio, y en el mismo ha participado el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, además otros representantes del Ejecutivo autonómico y de la comarca de las Cinco Villas.

Hace 86 años, a través del ventanuco de la antigua cárcel de El Frago, se despidió el entonces alcalde de la localidad, Juan Beamonte, de su hijo, Teófilo. "Recuerdo que mi madre me puso en el ventano de la cárcel, yo tenía ocho años, mi padre me sacó la mano y ya no vi más", ha explicado este domingo, durante el homenaje.

Bracero de profesión, Beamonte era socialista, fundador y presidente de la UGT en El Frago y alcalde de marzo de 1936 hasta su ejecución, seis meses después, en la sierra de Luna. Junto a otros tres vecinos, fue enterrado en una fosa común. Ahora su pueblo le homenajea con un acto de reparación como víctima de la Guerra Civil.

"Un homenaje que, aunque muy tardío en el tiempo, es fruto de la memoria transmitida de sus hijos a sus nietos y a la que nos negamos a olvidar", ha apuntado su nieto, Joaquín Villanueva.

Javier Lambán, por su parte, ha elogiado su sentido de la justicia y de la igualdad social al arrendar los terrenos de la Iglesia para repartirlo en huertos para los vecinos menos pudientes. "Se trata en este tipo de actos de recuperar su memoria, de enterrarlos con dignidad y de instalarlos en el lugar de la historia que realmente merecen", ha declarado el presidente aragonés.

Una memoria democrática que, basada en el trabajo de los historiadores, defiende Lambán, tiene que cerrar definitivamente las heridas y la polarización.