El embalse de Mequinenza, al 21% de su capacidad y en situación crítica

Aunque las últimas lluvias han producido un leve incremento del nivel del agua en Mequinenza, el embalse se encuentra al 21% de su capacidad, cuando hace un año estaba al 55% y la medía de la última década se ha situado en el 64,5%. Es una cifra preocupante que, si no revierte pronto, podría ocasionar graves consecuencias en la ganadería, el turismo o la producción eléctrica.

Si hablamos de una de las actividades características de la zona, la pesca, la situación se deja notar ya, y la venta de permisos ha caído un 60% respecto al año pasado. "Esto se puede traducir en más de 100.000 euros de pérdida. Y para las empresas que se dedican al mundo de la pesca también va a ser un descenso muy importante", afirma Félix Ibarz, miembro de la sociedad de pesca El Siluro.

Por su parte, David Espax, propietario de la tienda de material de pesca Mequifish, asegura que algunos aficionados "llaman y anulan" el viaje. "Es venir por venir, porque una vez que llegan aquí se dan cuenta que no pueden sacar los barcos", apunta. 

También afecta a los cultivos y a la producción eléctrica

Esta situación también genera problemas en los cultivos. La comunidad de regantes ha tenido que retirar su plataforma de captación, ya que podría llegar a romperse por la falta de agua.

Hay campos en los que no se riega desde el 3 de octubre, y a esta incertidumbre se suma otra preocupación, la del precio del metro cúbico de agua para la próxima campaña. "Lo que hemos optado es por hacer una poda más severa de los árboles para poder aplicar, si hay un déficit de agua o si hay un alto coste energético, un riego deficitario a los árboles, para compensar las pérdidas", detalla el agricultor Jaume Palau.

Por otro lado, este embalse de Mequinenza es el de mayor producción hidroeléctrica de Endesa, y si esta situación persiste, la compañía se plantea parar a partir del próximo domingo, porque el nivel de agua sería insuficiente para hacer funcionar las turbinas.