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ARAGÓN

El coste de los servicios públicos

Los servicios relacionados con la educación, la sanidad o la dependencia, imprescindibles en un estado de bienestar, tienen un coste elevado, sobre todo en una Comunidad como la aragonesa, con una población dispersa y envejecida

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icono foto Imagen de archivo de una intervención quirúrgica. | 'Objetivo'

Aragón destina cada año el 70% de su presupuesto a políticas de bienestar que permiten vertebrar el territorio y ofrecer servicios de calidad en una Comunidad caracterizada por un territorio extenso, y una población dispersa y envejecida. Servicios sanitarios, educativos y sociales que en el imaginario colectivo son gratis, por lo que su prestación no siempre se valora en lo que vale, pero que tienen un elevado coste que sufragamos entre todos con los impuestos, y que luego usa quien lo necesita.

Si hablamos de educación pública, en Aragón hay 787 centros, y tres de cada cuatro están ubicados en el medio rural. Además, el 17% del alumnado aragonés recibe clases en localidades de menos de 300 habitantes. 

Circunstancias que incrementan el coste de ofrecer un servicio de calidad, ya que hay que añadir servicios complementarios, explica Olga Alastruey, directora general de Personal del Departamento de Educación. “A los de fuera hay que sumarles el transporte, el comedor… Esto hace que el gasto por alumno sea de 3.000 euros en Zaragoza y de 8.000 en zonas rurales”.

    

Pero contar con una educación de calidad en el medio rural es imprescindible, además, para fijar población. “En un pueblo con un colegio pequeño, si se cierra se obliga a las familias a irse a otros sitios, y, por tanto, se queda sin gente joven”, apunta el director del Colegio Rural Agrupado La Huecha, al que asisten 125 alumnos de Magallón, Maleján y Ambel. 

Y en la universidad los costes reales de un curso académico difieren mucho de lo que el alumno paga en concepto de matrícula. "Se habla de la relación 80-20 como la diferencia entre lo que se paga con la matrícula y lo que realmente cuesta”, asegura Alberto Gil, gerente de la Universidad de Zaragoza.

Remarca la diferencia que existe con el modelo anglosajón, y universidades  como Harvard, Oxford o Cambrigde, en las que el coste de la matrícula puede superar los 50.000 euros. “Allí hay universidades muy elitistas con pocos alumnos, grandes instalaciones y profesores muy bien pagados. Es un modelo distinto al europeo. La nuestra es una universidad de alta calidad que prioriza la rentabilidad social", asegura.

En total, el departamento de Educación administra casi 1.313 millones de euros, la cantidad más abultada tras la de Sanidad, que se lleva casi un tercio del presupuesto de la Comunidad aragonesa. 

La sanidad, un coste que la población debería conocer

En el ámbito sanitario, además, el coste de los tratamientos y los medicamentos se eleva. Y aunque, en general, los ciudadanos pueden tener una noción global del coste, no saben cuál es el montante de cada uno de ellos. Por ejemplo, un trasplante de corazón roza los 100.000 euros. Un coste de estos servicios que la población debería conocer, en opinión del director general de Asistencia Sanitaria del Gobierno de Aragón, Chema Abad. “No para que se sientan culpable por hacer mucho gasto, sino para que se hagan responsables de ese uso”, asegura. “Los servicios públicos se deben usar cuando se necesitan, no por derecho, sino cuando hay una necesidad de salud que justifique ese uso", añade. 

Y si hablamos de servicios sociales, hay que tener en cuenta otra peculiaridad de la comunidad aragonesa, que el envejecimiento de la población. En este caso, la consejería de Ciudadanía y Servicios Sociales, invirtió en el último año más de 250 millones de euros en residencias, centros de día y en teleasistencia a las personas dependientes. Como ejemplo, cada usuario de una residencia concertada supone 1.705 euros cada mes.