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ARAGÓN TV

‘El campo es nuestro’: el mundo rural seduce a más seguidores cada día

El programa de Aragón TV encara la recta final de su segunda temporada consolidado como uno de los espacio de mayor audiencia de la cadena, con cuotas de pantalla por encima del 17%

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Judit Ballarín, una de las protagonistas de 'El campo es nuestro'
icono foto Judit Ballarín, una de las protagonistas de 'El campo es nuestro'

El campo es nuestro’ encara este verano la recta final de su segunda temporada consolidado como uno de los programas de más audiencia de Aragón TV. De lunes a viernes, cada tarde a las 15:10 horas, la televisión aragonesa propone un viaje por las tres provincias para acompañar en su día a día a siete jóvenes que han hecho de la agricultura y la ganadería su modo de vida y su pasión. Ellos, en primera persona, explican todos y cada uno de sus quehaceres y comparten las alegrías y sinsabores de una actividad fundamental para el equilibrio del planeta, la economía y, en definitiva, para la vida de cuantos integran la sociedad.

La segunda temporada arrancó en septiembre con audiencias medias del 13% y en un crecimiento sostenido concluye este verano por encima del 17% de cuota de pantalla y una sobresaliente tasa de fidelidad del 67,4%, entre las más altas del día en Aragón. El programa llega a liderar su franja de emisión muchos días frente a las grandes ofertas informativas de las cadenas generalistas y también entra de forma muy habitual en el ranking de los diez contenidos más vistos del día en Aragón.

La directora de ‘El campo es nuestro’, la periodista Virginia Martínez, explica que una de las claves del éxito del programa es que “engancha y te encariñas de los protagonistas”. El atractivo de los reportajes está cimentado en la complicidad que se ha establecido entre los redactores y los protagonistas. “Todos emparejados, cada oveja con su pareja, sin olvidarnos de nuestros cámaras que despliegan la sabiduría de su mirada y su arte para plasmar lo que les rodea. Hay una admiración mutua entre todos y mucho cariño”, añade.

Trabajo en equipo

En cada jornada de grabación, el protagonista, el redactor y el cámara analizan el enfoque del reportaje, y empiezan a trabajar muy atentos “a la historia y el conflicto que nos podemos encontrar a cada paso que damos por el monte, el trigal o la paridera”. “Quizás, cuando el programa se puso en marcha pasase eso tan común de pecar de humildad, y los protagonistas llegaban a comentar '¿pero qué quieres que te cuente de eso, si lo sabe todo el mundo?'", apunta Virginia Martínez. Sin embargo, capítulo a capítulo ‘El campo es nuestro’ ha mostrado que esas actividades cotidianas que las mujeres y hombres del campo realizan por costumbre, “despiertan interés y sí tienen importancia, dificultad y mucho mérito”.

Javier Sopesans y Beatriz Sancho, otros dos de los protagonistas habituales del programa.

De esto va el programa, “de sus vidas entregadas a los trabajos que les quitan el sueño y que, a la vez, hacen realidad sus sueños. De sus alegrías y de sus penas”. Hemos visto a los protagonistas tocar en la charanga, como a Josema, o recibir la mula mecánica que un espectador le quiso regalar a Sope para que él le diera buen uso. Esas fueron lágrimas de alegría, pero también les hemos visto ante la dramática sequía o cuando se les rompe una máquina y se les retrasa el momento de la cosecha.

Cada capítulo del programa salta de localidad en localidad recogiendo los testimonios de sus vecinos aunque los protagonistas fijos son Beatriz Sancho, veterinaria y ganadera de vacas nodrizas en Monzón; Javier Sopesens, ingeniero agrónomo y agricultor ecológico de Movera; Toño Aniés, pastor de Radiquero; José Manuel Sebastián, fruticultor en Aniñón; Fernando Mir, enólogo de Lanaja; Judit Ballarín, ganadera de Altorricón; y Andrea Igorga, agricultora de Lagueruela. En esta temporada se han incorporado también Raquel Burillo, ganadera de Alacón; Carlos e Irene, aprendices de ganaderos de Quicena; Daniel Lacasa, ganadero de Barós; y Dani Sánchez, ganadero de Pastriz.

Las más de 200 emisiones del programa dejan muchas vivencias: ovejas que irrumpen en mitad de una grabación, un perro atropellado que acaba mordiendo a su rescatador, el salvamento de una oveja que ha caído a un canal de riego, reporteros convertidos en pastores, reses que embisten, cámaras que se tiran al suelo buscando el mejor plano sin percatarse de que el campo está minado por las deyecciones de las vacas… Una de las últimas anécdotas fue la protagonizada por una familia entera de Vic que alquiló un coche solo para cumplir la ilusión del chaval de doce años: conocer a Judit y a sus ovejas. El programa quiere contribuir a que nazcan vocaciones agrarias desde muy temprana edad. Y eso solo puede ser bueno para todo el mundo.

Un programa con una segunda vida en las redes sociales

El programa goza también de una activa comunidad de seguidores en redes sociales. El canal de YouTube cuenta con 15.000 suscriptores y sus videos acumulan ya 8,3 millones de visualizaciones. El video más visto es el protagonizado por Judith, la ganadera de Altorricón, en el que explica cómo introduce en el rebaño diez ovejas de reposición.

Desde su comienzo en abril de 2021, ‘El campo es nuestro’ ha sido un programa que ha logrado conquistar a los espectadores tanto a través de la televisión como en redes sociales. Mediante una estrategia basada en la inmediatez, el humor y la información, el programa ha viralizado muchos de sus contenidos. Cada día juega con situaciones descontextualizadas para crear nuevo contenido y memes sobre los protagonistas.

En el perfil de Facebook de Aragón TV el segundo video con más visualizaciones del último año corresponde a uno de los capítulos de ‘El campo es nuestro’, en el que Andrea Iorga le muestra a Javier Sopesens su tractor de dimensiones XXL.