El calor inusual del otoño y la sequía hacen que los fruticultores se planteen cambiar los cultivos

Las altas temperaturas del otoño están afectando a los ciclos de algunos frutales en la comarca del Bajo Cinca oscense, donde ya se plantean cambios en los cultivos de la zona. 

El calor inusual para esta época del año ha 'engañado' a algunos frutales como los de Fraga de forma que unos han florecido antes de tiempo y otros no acaban de desprenderse de sus hojas, lo que puede producir un desajuste en las cosechas. Así lo explica Antonio Fandos, ingeniero técnico de Agrocistus: "Si el árbol no llega a sus horas de frío puede desajustarse en producciones, puede haber una peor floración o peor cuajado y vegetativamente al árbol también puede afectarle". 

Las temperaturas tan altas prolongadas en el tiempo y la falta de lluvias preocupan a los fruticultores del Bajo Cinca que ya se están planteando cambios en los cultivos de esta zona. Este territorio siempre se ha caracterizado por nieblas abundantes que lo han convertido en un lugar excepcional para el cultivo del melocotón, la nectarina, el albaricoque y la cereza.

"Si el clima cambia como estamos viendo, lo normal es que los cultivos tengan problemas de calidad, fisiológicos e igual tenemos que cambiar  algunos de los que tenemos, o alguna variedad. Eso es lo que nos empezamos a preguntar en el sector", asegura Oscar Moret, representante de fruta dulce del sindicato agrícola UAGA. 

Esta comarca produce la mitad de la fruta de hueso en todo Aragón y supone el motor económico para la zona.