El año hidrológico comienza con déficit en los embalses y a la espera de las lluvias del otoño

Este sábado, 1 de octubre, comienza el año hidrológico después de un ejercicio que en la cuenca del Ebro termina marcado por la falta de precipitaciones, aunque sí comenzaba con lluvias y crecidas en diciembre y enero.

Sin embargo, una primavera y verano sin precipitaciones y con altas temperaturas dejan un bajo caudal y la reserva de los embalses en el 37% de su capacidad. Es casi un 10% menos que hace un año, y un 16% inferior a la media de los últimos cinco años. Además, las cuencas de los ríos Aragón, Arba, Segre y bajo Ebro se encuentran en situación de emergencia.

Unas situación complicada que supone que la campaña arranca con déficit de reservas, como explicaba la jefa de Hidrología de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), María Luisa Moreno, en una entrevista en el programa De Puertas al Campo, de Aragón Radio. Y sobre las previsiones, recordaba que todo dependerá de si en otoño y principio del invierno llueve lo suficiente, pero no hay elementos que permitan hacer una estimación.

 “No se puede prever si será un año promedio. Dependerá de cuántas precipitaciones, y de dónde y cuándo caigan, porque la cuenca es muy grande y hay diferencias notables”, ha añadido Moreno.

Regantes del canal de Bardenas

Y la situación de la cuenca ha adelantado dos semanas el cierre de la campaña para los regantes del sistema de Bardenas, y ha terminado este mismo sábado. El presidente de esta comunidad de regantes, José María Vinué, ha pasado también por los micrófonos de De Puertas al Campo, donde señalaba que desde febrero, las aportaciones del río Aragón al embalse de Yesa han sido las más bajas de la historia, con lo que apenas cuenta con una reserva de 56 hectómetros cúbicos.

Una sequía hidrológica que se suma a la “sequía estructural” que sufren estos regantes, aseguraba Binué, por la falta de regulación del Aragón. “El día que Yesa esté recrecido y terminado, estos deberes para prever los años buenos, años regulares y años malos, ya no los tendrán que hacer”, ha señalado.

También han sufrido ajustes Riegos del Alto Aragón y los sistemas de Urgell y Segarra-Garrigues. De momento, todos seguirán mirando al cielo, a la espera de que el otoño traiga esas lluvias.