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PREVENCIÓN

El alto riesgo de incendios forestales obliga a los agricultores a extremar la precaución en el trabajo

Antes de comenzar la jornada de siega preparan la cosechadora para reducir al mínimo la probabilidad de que una chispa desencadene un incendio forestal

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Una cosechadora en campos de El Poyo del Cid (Teruel).

La cosecha de cereal coincide habitualmente con la época de un riesgo alto de incendios o, incluso este año, con un riesgo extremo, lo que obliga a los agricultores a observar un estricto protocolo de seguridad, y a extremar las precauciones. Este domingo, por ejemplo, el Gobierno de Aragón ha decretado el nivel rojo por riesgo de incendio en las comarcas de Tarazona y el Moncayo, y el Aranda. 

Los agricultores son conscientes de la responsabilidad que ello conlleva, y aseguran que trabajar con el cereal, con la paja, "es hacerlo con pólvora". Por ello, antes de comenzar cada jornada de siega, dedican un tiempo al mantenimiento de la máquina para reducir al mínimo la probabilidad de que una chispa, o cualquier tipo de combustión en la máquina, pueda desencadenar un incendio forestal.

Es el caso de Alberto Escura, cosechador de El Poyo del Cid (Teruel), y responsable de UAGA en la Comarca del Jiloca, que desde hace un mes comienza su trabajo limpiando la cosechadora. "Con el soplador quitamos todos los restos de polvo que ha quedado de la cosecha anterior, que es bastante, y más ahora con el material tan seco. En las poleas es donde la máquina recoge bastante", indica. 

También destaca Escura lo importante que es limpiar otras zonas de la máquina, como el radiador y el motor: "Si no lo limpiásemos nunca, al final sería toda la máquina un cúmulo de paja, y eso es pólvora".


Alberto Escura limpiando zonas de la cosechadora.

Con días de 38 grados, cualquier chispa puede suponer una fatalidad. Por ello, suben la altura de corte de la paja, y se preparan para abrir cortafuegos, pero pese a ello en días extremos puede ocurrir un fuego. "Nos sentimos criminalizados. Ya habéis visto la responsabilidad que llevamos. Nosotros tomamos máximas precauciones. Tenemos un sexto sentido. Y yo he visto mucha gente llorar este año, que ha provocado algún incendio, que son gente muy profesional, gente muy responsable y que les ha ocurrido un accidente como el que le puede pasar a cualquiera que va por la carretera", matiza Escura.

El agricultor subraya también que el colectivo está a favor de reducir las horas de cosecha, pero si se trasladase a las horas nocturnas, en caso de un accidente, la capacidad de reacción sería mucho menor. Además, resalta que es la movilización entre los propios agricultores lo que hace que muchos fuegos se queden en connatos y no se propaguen.