El acusado de matar a su padre en La Almozara era consciente de sus actos y no tenía síndrome de abstinencia

En la Audiencia de Zaragoza se ha celebrado este jueves la tercera sesión del juicio al parricida de La Almozara, acusado de apuñalar a su padre en 2021. Ha sido el turno de los forenses y peritos que trabajaron en el caso. Todos han coincidido en que hubo ensañamiento y en que la víctima no pudo defenderse. Además, han subrayado el hecho de que el acusado era consciente de lo que hacía. 

Las 56 puñaladas que el hombre le propinó a su padre, una de ellas le seccionó la yugular, le provocaron una hemorragia masiva, lo que causó su fallecimiento. 

"Se puede matar a una persona sin causarle tantas heridas, es decir, hubo un aumento deliberado del daño. Desde luego, sí que hubo ensañamiento" ha asegurado María Dolores Ramón, forense del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA).

En la valoración psiquiátrica, los peritos han destacado que el acusado sufre un trastorno de personalidad paranoide crónico, lo que genera que considere que todo son perjuicios hacia su persona, adoptando una postura agresiva. A eso se suma, según los expertos, que el hombre era consciente en todo momento de sus actos y de las consecuencias de estos. Sobre el consumo del alcohol, han confirmado, que no padecía síndrome de abstinencia.

"Cuenta con antecedentes por consumo de alcohol. En ningún momento de la exploración, ni clínica ni hospitalaria ni de ningún tipo, no se ha podido valorar la presencia de un síndrome de abstinencia a esa sustancia", ha sentenciado María Pilar Ruste, psiquiatra forense del IMLA.