El 10% de los niños y jóvenes que acuden a terapia han sido víctimas de acoso escolar

El 10% de los niños y jóvenes que acuden a terapia han sido víctimas de acoso escolar. Uno de los mayores estudios realizados a nivel internacional relaciona que el 70% de las personas que sufren un problema de salud mental de adultos han tenido alguna experiencia adversa de pequeños y, entre ellas, está el 'bullying'. Con esta base, desde la Asociación Aragonesa Pro Salud Mental (Asapme), que atiende cada año a unos sesenta pacientes en edad escolar, llevan a cabo un programa para formar a los profesores sobre cómo detectar este tipo de conductas y poder prevenirlas. Este lunes, 10 de octubre, se celebra el Día Mundial de la Salud Mental bajo el lema 'Dale like a la salud mental. Por el derecho a crecer en bienestar'. En esta edición, la federación internacional ha puesto el foco, precisamente, en los más jóvenes porque siguen considerando que es una de las asignaturas pendientes que urge mejorar.  

Desde Asapme-Aragón, el responsable del departamento de atención infantojuvenil, Manuel Martínez, asegura que desde 2021 el número de niños que acuden a su entidad con problemas derivados del acoso escolar ha aumentado en torno a un 20%."Siete de cada diez personas diagnosticadas con problemas de salud mental de adultos han sufrido alguna experiencia adversa en su infancia, entre las que se incluyen abusos sexuales o físicos, emocionales, el abandono o el acoso escolar, por eso es muy importante prevenirlo", detalla Martínez. El psicólogo hace hincapié en la importancia de detectar a tiempo un problema de acoso escolar para evitar que tenga incidencia en el futuro. 

Así es como surgió el programa 'Conviviendo de la cabeza a los pies', que echó a andar a finales del curso pasado gracias a la colaboración entre Asapme-Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza. El objetivo es dar una formación específica en salud mental y prevención del acoso escolar y va dirigido a más de 200 docentes de ocho centros de Valdespartera y Montecanal. Silvia Per es la psicóloga de la Asociación Pro Salud Mental encargada de impartirlo. "No queremos formar profesionales, pero sí que desde la postura del profesor, que también puede ver estos signos de alarma, los conozcan para poder ayudar a prevenirlos", explica Per. "Les enseñamos a saber dónde mirar para saber interceder, a ver el acoso escolar y desgranarlo desde dentro", concreta la psicóloga.

Los signos de alarma del acoso

Esta detalla que entre las señales de alerta del acoso escolar están los comentarios entre alumnos, el hecho de que un niño no juegue con nadie en el recreo o determinadas publicaciones en las redes sociales. "La primera acción para el docente es recabar información e indagar un poco más, aunque luego cada caso y cada niño necesita un traje a medida", explica Per, quien recuerda que si se detecta hay que activar el protocolo establecido desde 2018 por el departamento de Educación del Gobierno de Aragón. En casa, estas señales pueden notarse como cambios de rutinas en el menor, en la forma de comportarse, que cambien los patrones de sueño o de alimentación, que empeore su rendimiento académico, etc.

En cuanto al perfil del acosador, la psicóloga insiste en que no existe uno claro, aunque sí que suele ser gente con falta de seguridad y de apego por parte de la familia, así como personas con una autoestima baja y falta de recursos emocionales. Por eso, considera que tanto las familias como los centros educativos deberían tratar más la salud mental y la gestión de las emociones en las aulas. 

¿Y qué hay del observador del acoso? El responsable del departamento de atención infantojuvenil de Asapme-Aragón hace un símil: "El  acoso escolar es como un triángulo formado por tres lados: acosador, acosado y espectador. Si desaparece uno de ellos, el acoso deja de existir. Si no hubiera observadores, no habría situaciones de acoso", concreta Martínez. Por eso, incide en la importancia de "castigar y proteger", pero también de "crear conciencia de que lo que se está viendo no es normal y que no hablar también tiene consecuencias".

Para el psicólogo, trabajar en crear esta conciencia empieza en casa, pero también hay que llevarlo a las aulas. "Es muy importante que la tutoría no se utilice para hacer deberes, sino para tratar los conflictos", insiste Martínez, quien asegura que la pandemia agravó los problemas mentales entre los jóvenes, pero que también permitió dar visibilidad a una realidad.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada siete jóvenes de diez a 19 años padecen problemas de salud mental. En Aragón, la demanda de consultas de salud mental se ha triplicado entre niños y jóvenes desde marzo de 2020. Los departamentos de Sanidad y Educación trabajan de forma coordinada para prevenir situaciones de riesgo en la Comunidad, donde este año se han abierto 400 expedientes ante un posible riesgo suicida en menores aragoneses. El Ejecutivo autonómico ha puesto en marcha un plan de salud mental para los próximos tres años que contempla una inversión de 22 millones de euros y la contratación de más de un centenar de profesionales.