Diademas que monitorizan la actividad cerebral y pueden prevenir demencias
Unos 800 pacientes de Neurología del Hospital Miguel Servet de Zaragoza participarán este año en un proyecto para testar su eficiencia
Prendas de ropa que monitorizan la actividad cerebral de forma no invasiva. La ciencia y la inteligencia artificial se ponen al servicio de los pacientes que sufren enfermedades neurológicas o neurofisiológicas.
Un equipo de investigadores españoles de la empresa Bitbrain, startup de la Universidad de Zaragoza, ha logrado desarrollar una prenda de ropa, en forma de cinta deportiva o diadema, que es capaz de monitorizar la actividad del cerebro. Su característica diferencial es la capacidad de hacer mediciones con calidad médica, que podrán utilizarse en el ámbito clínico.
El director científico de Bitbrain, Javier Mínguez, junto con su equipo, lleva diez años trabajando para llevar la neurotecnología al día a día de la sociedad. Y ahora ese trabajo ya es tangible. En apenas dos o tres meses, podría estar en el mercado, pero la burocracia hará que esto se retrase. Mínguez prevé que en 2024 ya sea posible.
Una cinta de deporte que es mucho más
Lo que antes era un gorro de electrodos que los sanitarios tenían en el hospital, hecho de metal y plásticos, ahora es una cinta textil, como las que se usan para jugar a tenis o practicar cualquier deporte. Su sencillo diseño y la facilidad de su uso puede llevar a equívoco, porque a veces las apariencias engañan, y este es el caso.
Los pacientes que se beneficiarán son a priori personas mayores.
Se trata de una combinación más que estudiada de diversos materiales y tejidos, con hilos conductores o aislantes, dependiendo de su función. Así, sus cinco sensores textiles miden las señales de encefalografía, es decir, la actividad cerebral eléctrica que se genera en la corteza cerebral. Estos sensores están situados en la parte frontal de la cabeza, la región cerebral con un papel más destacado con funciones relacionadas con la inteligencia, la atención o la planificación de tareas complejas.
Sus usuarios, a priori, serán personas mayores. Esta nueva tecnología servirá para prevenir patologías, reducir listas de espera para acceder a los tratamientos médicos en enfermedades como la epilepsia, el alzhéimer, ictus o los trastornos del sueño, entre otras, trasladando parte del diagnóstico, tratamiento y seguimiento a la casa del paciente.
No obstante, durante el proceso de desarrollo, han trabajado con niños desde los seis años hasta personas mayores con enfermedades que conllevan un deterioro cognitivo leve, con el objetivo de demostrar la facilidad de su uso.
Proyecto piloto en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza
Este año 2023, un proyecto de inteligencia artificial en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza pondrá a prueba esta tecnología. Entre 700 y 800 pacientes de Neurología testarán estas diademas y serán los médicos quienes digan si funcionan, hasta qué punto pueden facilitar los procedimientos habituales y si pueden mejorar la vida de los pacientes.
El perfil de los pacientes responde al de una persona mayor que padece trastornos del sueño o demencias como el alzhéimer.
Este aparato tiene una sensibilidad mil veces superior al que se utiliza para hacer un electrocardiograma, por eso se trata de un trabajo tan complicado.
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