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DÍA DE LA MUJER RURAL

Día de la Mujer Rural: "Jamás cambiaría la vida en el campo por la ciudad"

Alicia Ballesta es alcaldesa de Alberite de San Juan y trabajadora social, mientras que Almudena Buesa trabaja como fisioterapeuta en Bailo. Dos ejemplos de mujeres que han decidido que su vida está lejos de una gran ciudad

ALEJANDRO LÓPEZ /
Alicia Ballesta es vecina y alcaldesa de Alberite de San Juan, además de trabajadora social.
icono foto Alicia Ballesta es vecina y alcaldesa de Alberite de San Juan, además de trabajadora social.

Alicia Ballesta lleva toda su vida afincada en Alberite de San Juan, un pequeño municipio de apenas 80 habitantes, a unos siete kilómetros de Borja (Zaragoza). Esta joven de 26 años vive a caballo entre su labor como trabajadora social en la Fundación El Tranvía, situada en la capital aragonesa, y, desde hace tres años, sus tareas como alcaldesa de Alberite. Es la primera mujer que ostenta el cargo en su Ayuntamiento. La suya es la historia de una de las más de 98.929 mujeres rurales que hay en Aragón según los datos del Instituto Aragonés de Estadística. Este sábado, día 15 de octubre, celebrarán el Día Internacional de la Mujer Rural. 

Su primer objetivo era ejercer como concejala de Cultura, pero su ímpetu y sus propuestas no pasaron desapercibidas a ojos del anterior alcalde. Con su ánimo y el de su familia se embarcó en una aventura de calibre de la que no se arrepiente, aunque a veces piensa en el "lío" en el que se ha metido, confiesa. Su decisión rompió con las costumbres del lugar y supuso un punto de inflexión histórico.

Una circunstancia muy diferente a la que vive durante sus 40 horas semanales como trabajadora social, ya que esta es una profesión "muy feminizada y mayoritariamente ocupada por mujeres", según relata ella misma. Un contrapunto a lo que ha vivido como regente del Consistorio durante estos tres años: "Hay vecinos que no me hacen peticiones, sino que se las hacen al concejal. Quejas que van a un hombre de mi equipo porque piensan que es el competente, temas relacionados con agua de riego o zanjas, por ejemplo". 

A pesar de todo, la joven opina que una mujer al frente del ayuntamiento de un pueblo ha servido para "abrir la ventana y ventilar las mentes de las personas que podían tener prejuicios". "Jamás cambiaría mi vida en el campo por la ciudad. Aquí estoy en pleno contacto con el entorno, tengo un pequeño corral, salgo a correr por aquí...", detalla Ballesta. Una visión que, a raíz de sus iniciativas para dinamizar la vida en Alberite de San Juan, ahora comparten otras dos familias jóvenes que han escogido el municipio como su lugar de residencia y trabajo

Casi una de cada siete mujeres rurales trabaja en el sector servicios

En Aragón viven 272.082 mujeres en el medio rural, según datos del Instituto Nacional de Estadística. La cifra incluye a todas las que viven en municipios de menos de 30.000 habitantes. De ellas, más de 87.000 tienen trabajo y casi el 70% se dedica al sector servicios. Entre las mujeres que cotizan predominan las que tienen entre 40 y 49 años, según datos de 2020 del Instituto Aragonés de Estadística. 

Para muchas mujeres que viven en el mundo rural son claves el arraigo a su pueblo y la facilidad de conciliar. Es el caso de Almudena Buesa, investigadora y docente en la Universidad San Jorge y también fisioterapeuta. Esta madrileña ha dejado la gran ciudad y ultima los preparativos para mudarse con su familia a Bailo (Huesca), la localidad natal de su abuelo

"Desde hace año y medio paso consulta allí los fines de semana. El Ayuntamiento de Bailo me dejó un espacio en desuso y viene gente de los pueblos de alrededor, como por ejemplo de Arrés y Larrés", comenta. "Ofrezco un servicio que, realmente, no habría en el pueblo de no ser por mí. Me parece fundamental que en el mundo rural también dispongan de servicios como la fisioterapia". Por eso, apunta que no tiene problema en subirse a su coche y ofrecer servicio en los municipios aledaños. 

Aunque Almudena asegura que tenía claro desde hace tiempo que quería vivir en Bailo, tuvo que lidiar con muchos "frenos" hasta su traslado definitivo. "Sobre todo el acceso a la vivienda. La gente tiene corrales o terrenos en desuso, pero no los quiere vender y limita que otras familias vengan a repoblar", explica. "El hecho de ser mujer es otro freno. Piensan que no vales para determinados puestos y te dicen, ¡trae, que no sabes!", añade.

"Es necesaria una ley de representación equilibrada"

Desde la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales de Aragón ponen el acento en la necesidad de que las mujeres ocupen cargos de relevancia y que ostenten poder en la toma de decisiones. "Creemos necesaria una ley que garantice la representación equilibrada de las mujeres en los órganos de gobierno. En el caso de las cooperativas agrarias, hay un 25% de mujeres en la masa social, pero solo un 2 o 3% forma parte de los órganos de gobierno, por ejemplo", ha indicado su presidenta, Carolina Llaquet, en el programa Despierta Aragón, de Aragón Radio.

Al mismo tiempo, Llaquet asegura que esa desigualdad y escasez de ofertas laborales con acceso a mujeres deja su huella en la despoblación del medio rural: "Somos las primeras que nos marchamos de los pueblos por la falta de oportunidades laborales y de ahí sale esa falta de población en muchas ocasiones".