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DÍA DE LA LENGUA MATERNA

“No tengamos miedo a nuestras lenguas. Hablémoslas orgullosos y, sobre todo, no las dejemos morir"

En la Comunidad se ‘charra’, ‘ragona’ o ‘parla’ aragonés y catalán de Aragón. Siete aragoneses nos cuentan por qué y cuándo los hablan

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Marimar Benedí, Andrés Llena, Luis Miguel Serrat, Sergio Mur, Silvia Cebolla, Jorge Pueyo y Ana Castán.

La lengua materna es legado y memoria, es patrimonio e historia, un tesoro con el que entender y aprender a nombrar el mundo. Aragón celebra hoy el Día internacional de la lengua materna escuchando latir sus dos lenguas propias: el aragonés y el catalán de Aragón. Lo hace mostrando que las lenguas no son solo cosa de yayos, que los jóvenes mantienen el pulso: Ana Castán, Andrés Llena, Silvia Cebolla, Sergio Mur, Jorge Pueyo, Marimar Benedí y Luis Miguel Serrat son un ejemplo. Del Valle de Benasque al de Gistaín o al de Hecho, de la Litera al Matarraña pasando por Fonz y Zaragoza, las lenguas en sus distintas variedades se extienden en el territorio y encuentran futuro en ellos.

Pero no son los únicos. En la Comunidad hablan aragonés unas 25.600 personas, que ascienden a más de 56.200 si se incluye a los que lo entienden, según los datos que maneja el Gobierno autonómico y explotados por el Seminario Aragonés de Sociolingüística. Las mismas fuentes indican que hay 55.500 hablantes de catalán de Aragón, que aumentarían hasta los 90.000 si se incluye a quienes solamente la comprenden.

En ocasiones, el uso de las lenguas propias ha quedado reducido al ámbito familiar porque en las relaciones sociales y en el día a día predomina el castellano. Pero ¿son solo cosa de casa? Andrés Llena, natural de Tamarite de Litera y que ‘parla’ catalán de Aragón, explica que la lengua propia es la forma de comunicarse que viene dada “de casa, del pueblo”, aunque apunta: “Afortunadamente, se están creando espacios donde se puede hablar con otras personas distintas lenguas del territorio aragonés. Son lugares de encuentro muy bonitos”.

Con él coincide Silvia Cebolla (Zaragoza), presentadora del programa Charrín charrán, de Aragón TV. Ella es uno de los rostros más conocidos del aragonés, lengua que aprendió en 2004 y que habla a diario. “Lo uso, obviamente, en mi trabajo, pero también en mi casa, con mi pareja, con mis amigos... Tengo la suerte de contar con un círculo amplio de gente con la que hablar en aragonés”, explica la comunicadora. Y recalca: “Es importante conservar todas las lenguas maternas porque forman parte del patrimonio inmaterial”.

Las redes sociales como canal de difusión

Las redes sociales se han convertido en otro altavoz de las lenguas propias. El abogado y divulgador natural de Fonz, Jorge Pueyo ‘charra’ en aragonés bajo ribagorzano a sus más de 16.000 seguidores en Twitter y crea comunidad en otras plataformas como Facebook, Instagram o Twitch. Para él, es “una suerte” poder emplear el aragonés a menudo tanto en su faceta de comunicador como en la personal. “Lo hablo en mi casa, con mi familia... y también en Zaragoza, donde vivo con gente de La Ribagorza. Además, ahora que estoy más de cara al público, la gente se me acerca y me habla en aragonés”, relata.

Internet ha supuesto también un espacio de encuentro con otros hablantes para Sergio Mur, de Serveto, localidad del municipio de Plan, que ya utilizaba el chistabino en su día a día, en casa, con sus amigos y cuando sube al ‘llugá’. “Es lo que nos han transmitido nuestros padres, la expresión y el sentimiento de un pueblo”, asegura Mur, por lo que considera que la lengua materna “hay que defenderla siempre y hay que transmitirla”. “También digo que sin una oficialidad no hacemos mucho”, reivindica.

Maestras en Hecho y Gabás

La lengua materna se aprende primero en casa, pero la escuela es determinante para su mantenimiento. En la actualidad, las lenguas propias se pueden estudiar en casi cien colegios de la Comunidad. Marimar Benedí es una de las docentes que lo hacen posible. Ella imparte clases de cheso en el colegio de Hecho. Para ella, enseñar a diario a los más pequeños es su manera de “proteger y conservar esta lengua aragonesa”. “Me emociono al ver a los niños expresarse en cheso, es una gran alegría y la materialización de un importante trabajo que se está llevando a cabo en el valle”, señala orgullosa.

En el Valle de Benasque, la maestra Ana Castán cuenta que piensa, ‘ragona’ y se comunica la mayor parte de su tiempo en patués, la lengua que aprendió en casa desde que nació y que considera patrimonio con mayúsculas. “Para mí es algo muy importante, es el vínculo al territorio, un rasgo de identidad. Igual que una iglesia o una ermita, es algo que tiene una historia detrás y que merece la pena conservar”, señala desde Gabás, una localidad de unos 30 habitantes perteneciente al municipio de Bisaurri y cuna de la que ha sido la maestra de patués de varias generaciones en el valle, Carmen Castán.

Para que las lenguas se mantengan, a la familia, los amigos y la educación hay que sumarle otro pilar: el laboral. Luis Miguel Serrat vive en Fuentespalda, en la comarca turolense del Matarraña. Allí se dedica al turismo y explica que le resulta muy útil en su trabajo. Para él, el catalán es una herramienta que usa “todos los días” y destaca la importancia de la lengua materna como “un vínculo con la zona y con la familia, una forma de respetar la cultura”.

El Día de la lengua materna, reconocido por la Unesco, invita hoy a reflexionar sobre la importancia de esta “para preservar la pluralidad cultural, la democracia y la diversidad en todo el mundo” y también a mirar hacia el futuro. ¿Cómo será el de las lenguas propias de Aragón?  El tamaritano Andrés Llena tiene claro cómo afrontarlo: “No tengamos miedo a nuestras lenguas. Hablémoslas bien, hablémoslas orgullosos y, sobre todo, no las dejemos morir".