Del control de incendios al mantenimiento eléctrico: los drones son ya una herramienta esencial

El uso de drones es cada vez más común en muchos sectores, ya que sus posibilidades son casi infinitas y permiten simplificar algunos trabajos e incluso salvar vidas, como en el caso de los incendios forestales. Con su cámara, los bomberos del Ayuntamiento de Zaragoza graban, por ejemplo, imágenes a 60 metros de distancia, lo que permite a los efectivos conocer el estado de las llamas y del terreno, así como tener un primer contacto con la zona afectada, sin poner en riesgo vidas humanas.

"Podemos estar volando por encima del río, por ejemplo, y ver a una persona a 1,2 kilómetros. Esa posición GPS la mandamos al centro de comunicaciones para que nuestra unidad en tierra, con las ambulancias o los buceadores, escaladores o lo que hiciera falta en ese momento según el tipo de siniestro, pudiera acudir a salvar a esa persona", explica Sergio Andrés Blanca, coordinador en funciones de la Unidad de Drones.

Las pequeñas aeronaves también tienen su uso en la empresa privada. Guillermo de Roda dirige la empresa ACG Drone, que mueve 10 drones por todo el territorio nacional. El 80% de su trabajo se centra en el sector industrial, donde, por ejemplo, revisan líneas eléctricas para detectar fallos en la estructura y en los cables. 

"Si el cable está partido o sesgado, si hay un tornillo mal apretado o no hay tornillo o pasador, el aparato genera un punto caliente que detectas automáticamente", apunta. 

Una labor que también realizan en el mantenimiento de aerogeneradores y placas fotovoltaicas. Las imágenes del dron pueden aclarar con una precisión del 90% cuál es el fallo de una instalación.