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TERUEL

De la realidad al libro: un ciclo de conferencias repasa la presencia de la plaza del Torico en la literatura

Decorado del día a día de los turolenses, este espacio ha sido también un escenario para autores locales y reconocidos novelistas como Max Aub o Enrique Vila-Matas

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Un ciclo de conferencias analiza la presencia de la plaza del Torico en la literatura.

¿Qué tienen en común Pío Baroja y Roberto Bolaño? Pues que ambos han escrito sobre la plaza del Torico, un escenario que el escritor Juan Villalba ha recorrido de la mano de los autores que lo han recreado en sus obras, algunos incluso de talla internacional. Su presencia en la literatura es uno de los aspectos abordados en el ciclo de conferencias que el Instituto de Estudios Turolenses dedica a este emblemático espacio de la ciudad, denominado oficialmente plaza de Carlos Castel.

Decorado del día a día de los turolenses, la plaza del Torico ha sido también un escenario literario para autores locales y reconocidos novelistas como Max Aub o Enrique Vila-Matas. Ya en el siglo XVII escribieron sobre ella, cuando era la plaza del mercado. "Yagüe de Salas, en los más de 20.000 versos que dedicó a su epopeya trágica de los Amantes, incluyó partes costumbristas en las que podemos encontrar un claro antecedente del lunes de vaquilla, con la merienda, los toros en la plaza... Evidentemente no era la del Torico, pero era nuestra plaza", explica el escritor Juan Villalba.

"Escritores nacionales, como Pío Baroja y Ortega y Gasset, estuvieron en este espacio y se quedaron maravillados, reconocieron su belleza, aunque, sin embargo, dijeron que había unos edificios modernistas que desentonaban absolutamente", cuenta Villalba.

Los poetas también han sabido ver este lugar con otros ojos. "En los poemas que Labordeta le dedica al Torico y a la fuente señala que la plaza tiene forma de lágrima arrancada", explica el escritor. El espacio incluso sorprendió al chileno Roberto Bolaño: "Dice que es un toro como de juguete, para un niño de ocho años, aunque luego reconoce la belleza y cómo le ha impresionado".