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SOCIEDAD

De la infancia de ayer a la de hoy: realidades distintas, recuerdos similares

Este domingo se celebra el Día Internacional de la Infancia, una etapa clave de la vida que marca para el futuro y a la que se acaba volviendo con los recuerdos

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Recreación de un aula de los años 50 en el Museo Pedagógico de Aragón. / Aragón TV

Poco tiene que ver la infancia de los años sesenta con la de la generación de la EGB, y mucho menos con la de las primeras décadas del siglo XXI.  Aquellos niños de ayer cuidan hoy de sus nietos. Y, a pesar de las diferencias generacionales, todos conocen la importancia del juego, la escuela y las relaciones familiares.  Este domingo 20 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Infancia. Cada etapa tiene sus particularidades pero, en nuestro recuerdo, la niñez va a ocupar siempre un lugar importante. Un asunto que ha abordado el programa 'Objetivo', de Aragón TV.

Entre la infancia que vivieron en Tarazona Paco Matute y Rosa Magallón y la de su nieta Anne hay unas seis décadas de diferencia. Una diferencia que va más allá de lo temporal. Por ejemplo, la escuela en la que estudiaron abuela y nieta, no era mixta. No obstante, tanto Rosa como Paco guardan muy buenos recuerdos: "Yo no me he caracterizado por ser una buena estudiante y aquí he pasado un tiempo extraordinario. Aquí estábamos todas las amigas, con las que seguimos teniendo amistad y tengo muy buenos recuerdos". Paco asiente: "Hemos hecho muy buenos amigos, hemos pasado muy buenos ratos"
  
El Museo Pedagógico de Aragón, en Huesca, nos retrotrae al mundo de los niños de generaciones anterior y cómo eran las aulas de los años 50 y 60, en las que era obligatorio tener el retrato de Franco y el crucifijo, junto con otros elementos que describe su director, Víctor Juan: "El mobiliario escolar y los materiales permanecieron en el tiempo. Yo fui niño en los años 60 y usábamos este pizarrín con este cordel unido en el que escribíamos nuestras primeras letras y teníamos un trapito para borrar lo que habíamos escrito. Es un material que nos habla mucho de la escuela, pero también de la sociedad, que era una sociedad en la que no había demasiado papel".

Unos elementos que también recuerda Paco Matute, como el clarión, porque "por entonces se llamaba clarión al borrador", que también se acuerda de los cuadernos de dos líneas o los cuadernos Rubio. Rosa también recuerda: "Teníamos un estuche de esos que se abrían donde tenías las pinturas de colores, los sacaminas, la goma..."

Las relaciones interpersonales

La televisión marcó un antes y un después en la infancia de aquellas generaciones, y también en sus relaciones familiares o con vecinos. Paco recuerda que ellos les alcanzó la transición de la radio a la televisión y recuerda cómo al principio, pasaban a la casa del vecino para poder ver la tele. Ana Notivoli, psicóloga en el Centro Materno Infantil 'Rosales del Canal' recuerda que, entonces, los vínculos familiares eran más fuertes: "Recuerdo las comidas familiares eternas con todos reunidos en torno a una mesa. Era todo muy distinto". Víctor Juan también recuerda cómo era la vida en los pueblos durante su infancia, como en su Caspe natal: "Allí estaban siempre todas la puertas abiertas, nos conocíamos todos y predominaba la palabra”

Pese a la diferencia generacional, Anne y su hermano Cayetano viven una infancia alejada de la ciudad, al igual que sus abuelos. Y en este caso, Rosa señala que han vivido experiencias similares: "Salías del colegio, hacías los deberes y te ibas rápidamente a la calle hasta que tu madre te gritaba desde el balcón para que volvieras. Eso lo he vivido yo y también lo han vivido mis hijos". No obstante, en el medio urbano las cosas han cambiado de una generación a otra. Ana Notivoli recuerda que antes el juego era en la calle y eso a los niños les generaba mucha más libertad y mucha más independencia que ahora. Ahora, asegura, "los niños están más tiempo en casa y tienen más miedos.”

Los cambios en los juegos y el ocio

Pero cualquier tiempo pasado no siempre fue mejor. Hoy día, la oferta educativa, de juego y de ocio actual es innumerable. La cultura digital convive en hogares con juguetes de toda la vida. Ana Perochena, madre de Anne, se muestra contenta de que su hija haya llegado a disfrutarlos: "Aparte de que se han conservado bastante bien, me hace ahora mucha ilusión que pueda jugar con ellos". Un clásico son los Juegos Reunidos que, muchos aún mantienen sus casas décadas después. El escritor y coleccionista Vicente Pizarro, explica que juguetes como Cinexín, Exín Castillos o los Juegos Reunidos "eran juegos intergeneracionales. Es más, estos se inventaron en los 40, siguieron en los 50, los 60, los 70 y en los 90 se llegó a hacer una reedición", explica. 

Décadas como los 70, los 80 y los 90 marcaron una época en la que las series televisivas marcaban los horarios y muchas decisiones de compra. Vicente Pizarro recuerda: "Cada serie tenía su álbum de cromos y todo tipo de productos. Entonces cuando tú ibas con tu madre al supermercado, querías unos yogures en concreto porque te daban los cromos con el álbum a la salida. Así las grandes marcas lograban la fidelización".

Otros elementos que han sobrevivido a varias generaciones son los cromos y las chucherías. Carlos Calvo, coleccionista de juguetes explica: "Sigue habiendo mucha afición por el fútbol y los deportes en general. Por eso, todavía se siguen vendiendo, pero con otra orientación". Y aunque son un icono del universo digital, lo cierto es que los videojuegos llevan ya cuatro décadas con nosotros. Vicente Pizarro recuerda ,hablando de las primeras consolas: "Yo jugaba bastante e iba pasando pantallas, pero recuerdo haber pasado mucho menos tiempo del que se pasa ahora".

Con sus costumbres y sus juegos cada generación piensa que la suya fue la infancia mejor, pero todo es relativo. Víctor Juan recuerda que a pesar de los buenos recuerdos que muchos tienen de su infancia, se vivía en un país "tremendamente injusto" Por ello, señala, hay que acercarse a esa etapa "con un poquito de cuidado, porque todos los recuerdos son construidos". Vicente Pizarro, cree que la gente ve sus recuerdos de infancia como un refugio: "Cuando llegas a cierta edad y estás pensando en los problemas de adulto, vuelves a ella para rememorar tiempos felices".