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OCIO

Cuando el exceso de juguetes puede generar el síndrome del niño hiperregalado

Los expertos consideran que no es tan preocupante que los más pequeños tengan muchos regalos en Navidad, como que esa dinámica se mantenga el resto del año sin justificación. En cualquier caso, recomiendan poner límites durante estas fechas

K. HERRÁIZ /
Una niña apoyada en paquetes de regalos. / Canva.
icono foto Una niña apoyada en paquetes de regalos. / Canva.

A pocos días para la Navidad, los más pequeños tienen varias fechas señaladas en rojo en el calendario: la noche del 24 diciembre, cuando llega Papá Noel, y la del 5 al 6 de enero, momento en el que los Reyes Magos pasan por los hogares. En ocasiones ocurre que ambos depositan también regalos en casa de los abuelos o los tíos, haciendo que el niño o la niña en cuestión acabe con un exceso de juguetes, que le puede generar el síndrome del niño hiperregalado y hacer que se vuelva caprichoso, egoísta o consumista. 

Para evitar caer en esto, los expertos ofrecen algunos consejos y recomendaciones dirigidos principalmente a los padres. "Generalizar es imposible, pero en líneas generales se abusa de regalos, sobre todo en Navidad. Se puede evitar si previamente se pacta, por ejemplo, que haya uno solo por familia, porque también hay que entender que todos quieren participar, ya que los regalos son un acto de generosidad, de cariño y de demostración de afecto hacia el niño, y la Navidad tiene algo más de magia, de ver la ilusión que le hace a los más pequeños", explica la psicóloga infantil Alejandra Reguero.


Una niña recibiendo regalos. / Canva.

Los peligros por exceso de regalos

En cualquier caso, la experta cree que la Navidad es una época "un poco más especial", que justifica que los más pequeños reciban un mayor número de regalos, pero considera que el verdadero riesgo es mantener esa dinámica el resto del año. "Comprarles constantemente cosas sin motivo, porque sí, durante todo el año, puede generar el conocido como síndrome de niño hiperregalado, que hace que los niños se vuelvan más caprichosos, consumistas o egoístas".

Asimismo, Reguero sostiene que el exceso de juguetes puede hacer que los niños y niñas no valoren las cosas, pierdan el interés, la ilusión o la creatividad. "Si un padre compra de diez en diez los sobres de cromos para que su hijo tenga más y no sea menos que los demás, el niño acaba enseguida el álbum, y no mantiene la ilusión o la motivación porque busca otra cosa enseguida", añade. 

Además, comprar con frecuencia al niño lo que reclama puede provocarle baja tolerancia a la frustración. "El día que no podamos darle algo que nos pide, porque es muy caro, o no hay, o no podemos, no va a saber gestionarlo bien. Si no recibe un 'no' nunca, no va a saber entenderlo y se frustra", indica la psicóloga infantil, quien añade que puede generar incluso "niños altamente exigentes, que cada vez pidan más cosas". 

Fabricar el juguete tiene un "valor incalculable"

Tiendas y catálogos exhiben juguetes tan atractivos como entretenidos, que puede hacer pasar un buen rato a cualquier menor. Pero fabricar el propio juego tiene, según Reguero, un valor incalculable: "Al niño o niña que le gusta jugar a cocinitas y tiene alguien con quien jugar, le va a dar igual tener el último modelo de la tienda, o una caja de cartón con unos cedés a modo de fogones". Y añade: "Antes de los tres años no se da el juego cooperativo y tienen un juego individual, pero a partir de ese momento se da el juego con iguales, que alimenta su mundo interior y su creatividad, y para eso sirve cualquier cosa, hasta unas cajas, un papel o unas ceras". 

Por otro lado, subraya la experta que cualquier juguete que implique estar con los padres "les va a gustar el doble". Y explica: "Que los padres jueguen con ellos es fundamental. Es entender que papá y mamá tienen tiempo para mí, quieren utilizarlo conmigo y con algo que yo quiero hacer. Dedicarles tiempo a ellos es el mejor regalo que podemos hacerles, y el de mayor calidad".

En este sentido, la psicóloga infantil apuesta por ofrecer a los hijos momentos o experiencias con los padres: "Es lo que más están deseando los niños, como ir un día al cine en familia, a un teatro un poco más especial, una escapada de fin de semana o simplemente una tarde juntos. Allí sí que podemos enseñarles y darles regalos de calidad". 

Más allá de lo material

A la hora de tener que elegir un determinado artículo de la lista que los hijos pueden completar, la experta apuesta por que los padres les "orienten y motiven", pero dejándoles libertad

Finalmente, más allá de lo material, Alejandra Reguero considera necesario que los niños sepan valorar los regalos y otros valores morales: "Que sepan que hay niños que no pueden tener lo que ellos tienen, hacerles partícipes de campañas, como la de 'La Noche más mágica', para que elijan juguetes para donar a los demás".