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INDUSTRIA ARAGÓN

Crece la facturación del textil y el calzado, mientras retrocede en la metalurgia y la automoción

La guerra en Ucrania, los cambios en los patrones de consumo y la falta de componentes están afectando a las empresas aragonesas, aunque la situación económica es heterogénea

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Imagen de una industria.

La facturación de la industria aragonesa creció en julio casi un 21% -un punto más que la media del país-, impulsada por las subidas de precios aplicadas por las empresas en un año difícil por la inflación, los costes energéticos y la escasez de suministros. Sin embargo, la evolución es desigual: mientras que la industria manufacturera subió casi un 3%, y el textil y el calzado alcanzan casi el 20%, se observa una caída en el mercado del automóvil y, especialmente, de la metalurgia, que pierde un 6%. 

El Banco de España advierte de lo importante que es leer la letra pequeña, porque la situación económica es heterogénea. Lo que tienen en común todos estos sectores industriales son los factores que influyen en sus números: la guerra de Ucrania, los cambios en los patrones de consumo y la falta de componentes.

Y cada empresa los sortea lo mejor que puede. En el caso de la fundición zaragozana Ebroacero, aunque algunos pedidos se han ralentizado, su actividad se mantiene robusta. La empresa lleva trabajando a pérdidas unos meses, pero la situación está cambiando poco a poco. "A lo largo de este año hemos comenzado ya a subir los precios. Las cuentas nos empiezan a casar, aunque posiblemente tengamos pérdidas a final de año. Pero ya prevemos que el año que viene y los sucesivos estas pérdidas se conviertan ya en beneficios", explica Ignacio Giménez, el director general de la empresa. 

El precio de la electricidad pesa en las cuentas de la metalurgia

El coste de la electricidad, que se ha triplicado, es el factor que más ha pesado en sus cuentas. La metalurgia ha sufrido más que otras industrias los precios de la energía porque es, también, la que más gasta: 33 céntimos por cada euro de producción, según el Banco de España. "Podríamos ir bien porque el ambiente es de inversión, pero dadas las circunstancias que rodean toda la economía, tomar decisiones de inversión y de pedidos es difícil", apunta Javier Ferrer, presidente de la Federación de Empresarios del Metal de Zaragoza. 

En automoción, muchas empresas han tenido que parar por los cuellos de botella logísticos, y la escasez de semiconductores. "Anuncian para 2023 crecimientos en torno al 10 o 12 por ciento, pero el cierre de año va a estar lastrado por la falta de materiales y creemos que quedará un poco por debajo de las cifras de 2021", expone el director gerente del Clúster de Automoción de Aragón, David Romeral.

En lo que coinciden todas las manufactureras es en que hay demanda. El calzado y el textil han recuperado producción con fuerza gracias a los cambios sociales. Luis Aparicio, presidente de la Federación de Industrias Textiles y de Confección de Aragón (FITCA) confirma que ese aumento "no solamente es coyuntural". Afecta a dos subsectores importantes, como son la moda y la ceremonia. "Son los que realmente se benefician un poco de que, de pronto, todos queramos salir a la calle", añade.

El textil tiene más peso en España que en sus vecinos europeos, así que esta recuperación, aunque sea parcial, ha impulsado la actividad de la industria nacional por encima de la francesa o la alemana.