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MONTAÑISMO

Bebidas isotónicas, frutos secos y proteínas para reponer fuerzas en la montaña

Este fin de semana se esperan altas temperaturas. Hidratarse bien es esencial para terminar bien la excursión. Estos son algunos consejos

ANA MANCHO /
Senderistas paseando por un monte.
icono foto Senderistas paseando por un monte.

En verano hacer largas caminatas o subir montañas se convierte en práctica habitual, pero en ocasiones esto no va acompañado de una buena planificacion para reponer fuerzas. Esto es especialmente importante en momentos de altas temperaturas como las de este fin de semana.

Para beber lo ideal es llevar bebida isotónica que permite recuperar los electrolitos que se pierden con el esfuerzo físico. Son básicamente sales minerales como el potasio, el calcio, el magnesio, el sodio y el bicarbonato... Permiten reparar los tejidos dañados, regular el ph de la sangre, y también se encargan de mantener el buen funcionamiento del sistema nervioso. Además estas bebidas también llevan glucosa en la cantidad justa, “entre 5 y 7 gramos por cada 100 mililitros lo que permite que el líquido pase al intestino y llegue a la sangre directamente. Si llevara más glucosa tardaría más en absorberse y esto haría que se quedara retenido en el estómago con la consiguiente sensación de pesadez" señala Enrique Roche, catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad Miguel Hernández de Elche.

Es lo mismo que pasa si el agua no lleva sales, algo habitual con la que se encuentra en alta montaña que viene de glaciares, porque “hidrata, pero no quita la sed y se bebé más líquido que se va acumulando en el estómago". Es lo que se conoce como 'encharcarse'. Por ello lo recomendable, asegura Roche, es llevar la bebida isotónica preparada o en polvos si el agua que se puede encontrar durante la excursión es potable. “Hay que tener cuidado porque en verano puede haber vacas pastando y en el agua puede haber bacterias, por eso los polvos solo se utilizan si tenemos la certeza de que el agua es buena” asegura Roche.

Luego hay que comer cada hora u hora y media barritas y frutos secos naturales sin azucar, ni sal añadidos. Al llegar al destino "hay que recuperarse tomando un bocadillo de atún, sardinas, pechuga de pollo o lomo que aporta hidratos y proteínas y fruta que aguante bien, principalmente naranja o manzana. No es recomendable llevar melón o sandía" recomienda Roche.

Si se sube montañas la situación cambia porque pasados los 3.000 metros se puede producir hipoxia, que es la falta de oxígeno en el organismo, por eso Roche señala que es adecuado tomar los días previos un antioxidante como vitamina E.

Y si la subida es mayor y hablamos de más de 4.000 metros hay empresas que preparan a los montañeros durante dos meses para aclimatarles antes de afrontar esos retos.

Decidir el nivel dependerá de nuestra preparación física "si no se está bien entrenado, no hay que meterse en el monte” advierte Roche y si se hace, hay que llevar un buen equipo con bastones, botas y gorro, ropa holgada, ligera y transpirable y evitar exponerse a altas temperaturas.