Barbastro reparte más de 12.000 dulces en la Fiesta del Crespillo

Unos 12.000 dulces se han repartido entre las miles de personas que se han acercado este domingo a la plaza del Mercado de Barbastro, donde se ha celebrado la XXVII Fiesta del Crespillo, impulsada por el Grupo Tradiciones y el Ayuntamiento del municipio oscense. Una fiesta que ha vuelto a celebrarse en la calle tras dos años de suspensión a causa de la pandemia.

Desde primera hora de la mañana, cientos de voluntarios se han afanado en los doce hornillos -uno de ellos dedicado a hacer crespillos aptos para celíacos- situados bajo los soportales de la plaza para elaborar miles de crespillos. 

En cuanto a la elaboración, las hojas de la borraja, una de las verduras más apreciadas de la huerta de Barbastro, son el ingrediente principal de este postre tradicional del Somontano. Además, la receta se compone de huevos, leche, harina, azúcar, anís y el condimento 'secreto' que atesora cada hornillo. Una mezcla que, rebozada, se acaba friendo en abundante aceite de oliva muy caliente.

Esta Fiesta del Crespillo ha vivido su momento más emotivo durante el tributo a tres de las personas que estuvieron en los primeros hornillos, en los inicios de esta Fiesta del Crespillo: Jovita Pardinilla y, a título póstumo, a Dorita Mur y Joaquín Coll.

En concreto, los tres homenajeados estuvieron en la primera Fiesta del Crespillo, el 20 de marzo de 1994, iniciando una celebración que ha perdurado durante casi tres décadas y que en 2015 fue declarada Fiesta de Interés Turístico Regional. 

El colofón al acto de tributo lo ha puesto la actuación de la Asociación de Gaiters d'o Somontano de Balbastro.

Fiesta de agradecimiento

Desde hace casi tres décadas, Barbastro celebra la Fiesta del Crespillo el domingo más próximo al 25 de marzo, fiesta de la Encarnación. Según la tradición, en esa fecha se elaboraba este postre en los hogares de Barbastro y del Somontano para propiciar el 'preñado' de las oliveras y augurar una buena cosecha. Con esta costumbre, los agricultores agradecían los frutos recogidos de la tierra.