Vuelta a las aulas en Bachillerato: cuando empiezas a estudiar lo que quieres (o no)

Este lunes los estudiantes de Bachillerato de los institutos aragoneses vuelven a las aulas. Un curso que comenzará con presencialidad total y altas cifras de vacunación entre los jóvenes de 12 a 19 años, ya que el 81% cuenta con una dosis y casi el 60%, con la pauta completa.

Alrededor de 13.500 alumnos darán el salto de la Educación Secundaria Obligatoria a Bachillerato, un cambio, que, con 16 años, puede ser difícil de afrontar.  El director del IES Reyes Católicos de Ejea de los Caballeros, Patxi Abadía, lo califica como “bastante importante”. “Los chavales lo notan, sobre todo, el primer trimestre. A algunos incluso les supone suspender más de la cuenta, porque están acostumbrados a dedicar unas horas de estudio mínimas, pero Bachillerato requiere más tiempo”, apunta.

Algunos de estos estudiantes tienen claro que Bachillerato es el camino con el que podrán llegar, después, a ser abogados, médicos o profesores. Sin embargo, pese a que en todos los centros existe un departamento de orientación que les ayuda a elegir de la forma más acertada a través de diferentes encuestas y actividades, un amplio porcentaje –el 20%, según Abadía– no sabe lo que quiere estudiar: “En mi experiencia de 30 años, cada vez es más común que los estudiantes tengan dudas de si elegir Bachillerato o Formación Profesional. Muchos se meten en el bachiller de ciencias, porque es el que cierra menos puertas. Pero aquellos alumnos que a lo mejor quieren entran en Bachillerato y las matemáticas o la física se les dan mal, intentan sortearlas y se meten en el de ciencias sociales”.

Sí apuestan por el Bachillerato los que tienen claro qué harán en el futuro: "En mi caso, he elegido bachiller porque ya sabía qué carrera quería estudiar, entonces me he metido con las ideas claras de qué optativas coger para poder aumentar la nota después en la EvAU", apunta una de las alumnas que estrena curso hoy, Leya Vicente. Otro estudiante, Óscar Martínez, ha elegido la misma opción, porque considera que le abrirá más puertas: "No tengo muy claro qué quiero estudiar, pero lo que sí sé es que será algo relacionado con ciencias. No lo veo difícil de aprobar, pero tampoco fácil para sacar buenas notas".

Cambio de tendencia

Por otro lado, los altos datos de empleabilidad con los que cuenta la Formación Profesional en la actualidad son otro factor que condiciona esta decisión. “Viendo la realidad, que cada vez se demandan más profesionales técnicos de grado medio y superior, la tendencia tiende a equilibrarse, aunque todavía hablamos de un 70% bachillerato y un 30% ciclo formativo”, explica el director del IES Reyes Católicos. La estudiante Leya Vicente añade que "lo que he visto en mi clase es que la mitad, más o menos, se ha ido para FP. Hay muchos que tenían mucho miedo a bachiller, porque su media no era muy buena, y decían que en bachiller igual ya no pasaban".

El presidente de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía, Juan Antonio Planas, considera que “hay muchos alumnos que no pueden estudiar la FP que querrían, porque se quedan sin plaza en lo que habían elegido en primer lugar”, lo que les lleva a decantarse por bachiller “por descarte”. “Hay más oferta, más ciclos y la Formación Profesional se potencia más desde los ministerios, pero el sistema no da abasto”, matiza.

Otra cuestión que se ha visto modificada los últimos años es la pasarela existente entre FP, bachillerato y la universidad. “Ya no es un camino sin retorno, sino que, por suerte, es un ciclo que luego puede tener continuidad, algo que unos años era muy difícil. Se han dado casos de gente que ha estudiado una FP básica, para después pasar a un grado medio y superior, y luego a la universidad”, declara Planas.

De hecho, este orientador asegura que “mucha gente que estudia una carrera se encuentra ahora subempleada”, con condiciones laborales y salariales que pertenecerían a un técnico de Formación Profesional. Para muchos estudiantes la posibilidad de trabajar cuanto antes es un plus de la FP: "La eligen también porque tienen esa idea de que empiezas a trabajar antes, por las prácticas. Pero hay menos gente que con buena media se haya ido a FP, a no ser que tengan muy claro lo que quieren hacer y vean que ese es un camino que a ellos les parece más divertido, porque ya empiezas con lo que quieres", concluye Leya Vicente.

Potenciar habilidades

Los familiares y amigos también pueden influir, creando presiones para que los estudiantes sigan la tradición familiar universitaria o estudien una carrera determinada. Desde la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía advierten: “Sabemos lo que demanda el mercado ahora, pero ¿dentro de algunos años? La realidad es dinámica, cambia cada poco tiempo, por lo que una persona tiene que estudiar aquello en lo que se vea más competente y más a gusto. Si una persona no tiene esa orientación vocacional, no va a ser feliz”.

Eso sí, los expertos insisten en que la formación que se reciba, tanto en bachillerato como en formación profesional, sea “poliédrica”. Planas cree que “hay que potenciar el trabajo en equipo, la inteligencia emocional, saber adaptarse a nuevas demandas, dominar la informática… que son habilidades muy necesarias para todo tipo de trabajos y esto también lo tienen que tener en cuenta los alumnos, las familias y el profesorado”.

Patxi Abadía, por su parte, explica que ya se está trabajando con los estudiantes en un desarrollo de capacidades: “No es necesario llegar a bachillerato para fomentar el talento o esas habilidades innatas que tienen para un desarrollo profesional u otro, sino que ya se va haciendo desde 1ºESO”.

“La clave está en que cada persona encuentre su camino, se vea potenciada y estudie, cuanto más, mejor. En Formación Profesional, en una carrera, es indiferente”, concluye el presidente  de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía.