Así ha cambiado el impacto de la COVID-19 en las aulas aragonesas

La llegada de la COVID-19 hace más de un año frenó en seco el funcionamiento de prácticamente todo el mundo. Confinamientos domiciliarios, medidas restrictivas, aforos limitados… Como en otros muchos sectores, la pandemia también ha golpeado duramente al sector escolar, que ha vivido un proceso de readaptación permanente según la evolución que experimentaba la crisis sanitaria.

Desde que se inició el curso escolar el pasado 7 de septiembre, Aragón ha cerrado un total de 1.102 aulas por casos de COVID-19. Solo durante ese primer mes de clase, la Comunidad clausuró 226 aulas. En aquel momento, el protocolo establecía que, en caso de detectar un positivo, el resto de alumnos debían realizarse una prueba PCR y la clase entera pasaba a estar confinada.

Ahora, sin embargo, los confinamientos son más selectivos. Entre los meses con más clases cerradas destacan los 129 a principios del mes de octubre o los 65 el pasado mes de febrero. Esta última semana en Aragón se han cerrado 16 aulas en la Comunidad.