Arguis y Fuentes de Rubielos, cara y cruz con matices

En Aragón, la ciudad de Zaragoza tiene la renta per capita más elevada de las tres capitales de provincia, 13.667 euros de media por habitante. Le sigue Teruel, con 13.428 euros por ciudadano y algo menos, 13.149, suma cada habitante en Huesca, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a 2018. Estos datos reflejan la salud económica de la Comunidad, que se sitúa, no obstante, lejos de la ciudad con la renta por habitante más alta de España: 38.326 euros, en Pozuelo de Alarcón (Madrid).

En el extremo opuesto está la localidad almeriense de Níjar, que con 7.307 euros, es la renta per cápita más baja del país. En Aragón, en el medio rural, las cifras distan de las registradas en las capitales.

Según el último informe del INE, la renta neta media más alta por persona se registra en Arguis (Huesca) con 20.100 euros. Se trata de una población de 125 habitantes, situada en las cercanías de la capital oscense. Al igual que ocurre con otras localidades como Nueno, Chimillas, Banastás, Alerre o Quicena, que también se sitúan altas en la clasificación. "La verdad es que hay gente emprendedora, gente con negocios que les va bien, y realmente es una alegría. Siempre es mejor ser los que más renta tienen que los que menos, porque al final se benefician todos los vecinos del pueblo", comenta el alcalde de Arguis, Alfonso Gella. 

Fuentes de Rubielos, la menor renta per capita de Aragón

La otra cara de la moneda es la localidad turolense de Fuentes de Rubielos, donde se registra la menor renta neta por persona. Según el Instituto Nacional de Estadística, la renta media por habitante es de 6.416 euros al año. En el pueblo, achacan esta situación al gran número de menores empadronados, son casi un 20% de los 124 habitantes censados.

A lo que se suma, dice la alcaldesa, Asunción Rosales, que en los últimos años "han llegado muchas familias con niños. Como son menores y no trabajan, puede que sea uno de los motivos". Además, la edil subraya que los alquileres de viviendas son más económicos en la localidad que en las ciudades, lo que hace que un menor nivel de ingresos no suponga un gran perjuicio en la calidad de vida de los vecinos.