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COMERCIO EXTERIOR

Argelia congela las operaciones de comercio exterior con España tras romper el Tratado de Amistad

Se pone fin a casi dos décadas de refuerzo en la cooperación bilateral. El Gobierno español lamenta la decisión y reafirma su compromiso

ARAGÓN NOTICIAS /
Comparecencia Pedro Sánchez
icono foto Comparecencia Pedro Sánchez

Argelia paralizó este pasado miércoles el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España, por el cambio de posición español sobre el Sáhara Occidental, poniendo así fin a casi dos décadas de refuerzo en la cooperación bilateral.

El Gobierno español ha lamentado la decisión, al tiempo que ha reafirmado su "compromiso pleno" con su contenido, pero la suspensión pone en punto muerto la relación entre los países vecinos, en continuo deterioro desde que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, mostrara su apoyo a la propuesta marroquí de autonomía sobre la excolonia española. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha lamentado el anuncio de Argelia pero ha dicho no temer "repercusiones" porque el Gobierno argelino ha demostrado ser un "socio fiable".

"Las autoridades españolas emprendieron una campaña para justificar la posición que adoptaron sobre el Sáhara Occidental, una violación de sus obligaciones legales, morales y políticas como poder administrador del territorio que pesan sobre el Reino de España", justificó la Presidencia de Argelia en un comunicado. Argel consideró que la actitud de España es "contraria a la legalidad internacional, que le impone su condición de potencia autoridad administradora, y a los esfuerzos de las Naciones Unidas y del nuevo enviado personal del Secretario General, y contribuye directamente a la degradación de la situación en el Sáhara Occidental y en la región".

Por ello, decidió suspender el citado tratado, firmado el 8 de octubre de 2002, que prevé el refuerzo del diálogo político así como el desarrollo de la cooperación en distintos ámbitos, como la economía y que "que hasta ahora enmarca el desarrollo de las relaciones entre los dos países".

La postura de España

Argelia se ha mostrado "muy sorprendida" por el apoyo de España al proyecto marroquí -alejando así la iniciativa de autodeterminación del Sáhara Occidental apoyada por la ONU- y llamó a consultas a su embajador en Madrid "con efecto inmediato" horas después de que esta fuera anunciado inicialmente por el gabinete real marroquí, país rival de Argelia en la región. El presidente, Abdelmadjid Tebboune, declaró entonces que con el nuevo giro de España "el jefe de Gobierno -Pedro Sánchez- lo rompió todo", el curso de las relaciones y señaló directamente al presidente, "no a España".

Argelia es también el principal aliado del Frente Polisario, que en abril también suspendió sus contactos con el Gobierno español, y acoge en su territorio los campamentos de refugiados saharauis. Desde entonces la tensión en las relaciones entre Argel y Madrid estuvo latente y se reflejó especialmente en el sector del gas, donde los dos países han dejado de ser socios estratégicos.
 

España, pendiente de revisión

Argelia, principal proveedor de gas hasta este año de España, advirtió a principios de abril que revisará los precios de su cliente español, al tiempo que mantendrá la misma tarifa para el resto de países. La cuestión sobre los precios fue muy cuestionada por parte de varios expertos argelinos, que estimaron la necesidad de revisar los contratos gasísticos, ya que la empresa estatal de hidrocarburos Sonatrach lleva más de una década sin negociarlos.

La petición por parte de España de utilizar el gasoducto Magreb Europa (GME) -que pasa por territorio marroquí y Argel cerró el pasado año por disputas con Rabat- para proveer de gas a Marruecos también tensionó a Argelia, que amenazó con romper los contratos si utilizaba el combustible argelino.

El presidente argelino garantizó que mantendrá el suministro a España, mientras Madrid ha ido reduciendo su dependencia y Estados Unidos es desde febrero el principal exportador de gas. La reacción de este miércoles se produjo tras la comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados español, en la que volvió a defender su giro de la política española sobre el Sáhara Occidental como la base más "sólida, creíble y realista".