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AGRICULTURA ECOLÓGICA

Aragón trabaja por un tejido industrial para la producción verde

El 3% de la superficie agrícola de la Comunidad es ecológica, lejos todavía del objetivo europeo del 25%, fijado para 2030

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto El agricultor ecológico Alberto Allué, en su finca del Pueyo de Santa Cruz (Huesca).

La agricultura ecológica sigue ganando terreno en Aragón, donde a lo largo de este año se han presentado 480 nuevas solicitudes para operar con criterios verdes, un 40% más que en 2020, año en el que, a su vez, ya se registró un incremento del 20% respecto al ejercicio anterior, según datos del Comité Aragonés de Agricultura Ecológica.

Un auge de la etiqueta 'eco' sustentado sobre la base del crecimiento exponencial del número de operadores que viene impulsado tanto por las ayudas del Gobierno de Aragón a la calidad que subvencionan la certificación como por la prórroga de dos años concedidas a las agroambientales. Este crecimiento se pretende que venga acompañado por el desarrollo de un tejido industrial capaz de elaborar los alimentos bio que aquí se producen. Este es el objetivo que Aragón se plantea a corto y medio plazo, por delante del horizonte que marca la Unión Europea para 2030, por el que el 25% de la superficie agrícola deberá ser ecológica. 

"Queremos impulsar sobre todo la elaboración y la comercialización del producto ecológico porque tenemos que crear estructuras que nos permitan que ese producto que sale llegue al consumidor final", defiende el presidente del Comité Aragonés de Agricultura Ecológica, José Antonio Artal. 

Objetivo 2030

Aragón cuenta ahora mismo con más de 70.600 hectáreas de cultivos ecológicos, el 3% del total, lo que la deja todavía muy lejos del reto que plantea Europa y que sitúa a la Comunidad a la cola de las regiones del país (cuya media es del 10,24%), frente a comunidades como Cataluña (22%), Andalucía (21%), Navarra y Baleares (19%), según datos de la Asociación Profesional Española de Producción Ecológica. Eso sí, en conjunto, España es el país europeo que más se acerca al objetivo y el tercero del mundo por detrás de Australia y Argentina.

Una de las incorporaciones al mundo ecológico la protagoniza Alberto Allué, agricultor ecológico del Pueyo de Santa Cruz (Huesca) que, tras cinco años testando por su cuenta el rendimiento de sus nogales durante el llamado proceso de descontaminación, finalmente ha decidido cultivar sus nueces y almendras en ecológico. Para ello, ha solicitado la certificación para esta campaña. Ahora afronta un periodo de tres años hasta lograr la acreditación 'eco' definitiva. "Esto nos permite competir porque del modo convencional ya se sabe que han puesto estas grandes explotaciones de muchas hectáreas. Al final, competir con eso es imposible y tenemos que ir a buscar la calidad y el ecológico es un factor importante", asegura. Un empeño para el que remarca como "muy importante" poder contar con el apoyo autonómico para la certificación.