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NATURALEZA

Gallocanta despide a las grullas: emprenden vuelo hacia el Norte de Europa

Unas 50.000 aves recalan cada invierno en la Comunidad, la mayoría en la laguna de Gallocanta, de donde se irán este fin de semana rumbo al norte de Europa

TERESA P. ALBERO /
Grullas sobrevolando la laguna de Gallocanta (Imagen de archivo). / Europa Press
icono foto Grullas sobrevolando la laguna de Gallocanta (Imagen de archivo). / Europa Press

Unas 260.000 grullas comunes han llegado a España en los últimos meses. De ellas más de 50.000 han recalado en Aragón para pasar el invierno, procedentes de sus zonas de cría en el norte de Europa. Un viaje que repiten año tras año. Ahora, superado el ecuador de la estación invernal, emprenden el regreso a tierras septentrionales y en lugares como la laguna de Gallocanta, les rinden la despedida hasta el próximo invierno.

La Comunidad se sitúa como uno de los parajes predilectos para estas aves, de hecho, es la segunda comunidad autónoma donde más ejemplares realizan la invernada -pasar el invierno-. Por delante está Extremadura, que es elegida por el 53% de las grullas, unas 132.322. En tercera posición se sitúa Castilla-La Mancha, que acoge una población invernante de 46.739 ejemplares, según el primer censo elaborado por voluntarios y coordinado por la asociación Grus Extremadura. 

El coordinador del censo, José Antonio Román, advierte que el de este año es el mayor registro de aves invernantes hasta la fecha en España. Por provincias, el 31% de las grullas se censan en Badajoz, seguida de Cáceres con 21% y Zaragoza con el 18% (45.991 aves). 

El agua y los arrozales

"Unas 50.000 grullas invernan en Aragón. En las últimas décadas la invernada es mayor aquí y las grullas ya no viajan tanto a Extremadura", confirma Luis Tirado, delegado de Seo Birdlife en la Comunidad. 

La mayoría de las grullas que eligen Aragón para pasar el invierno optan por hacerlo en la laguna de Gallocanta, donde su llegada y su despedida se han convertido en todo un evento.

Pero, ¿qué tiene Aragón de especial?. "La Comunidad es una radiografía perfecta para conocer el estado de salud de las grullas en Europa", explica Tirado.

"Les gusta esto porque, cerca de Gallocanta, tienen  los arrozales de las Cinco Villas, los de Monegros y el embalse de La Sotonera. A eso se suma que la laguna tiene una pequeña lámina de agua, donde les gusta dormir. Se sienten a salvo descansando en el agua. Allí es más difícil que sus depredadores les ataquen", indica.

El destino final de las aves es Extremadura, pero en su viaje desde el norte de Europa, donde acuden para criar, cruzan los Pirineos y, posteriormente, recalan en Gallocanta a modo de 'parada técnica'

Aunque el censo de Grus Extremadura y el de Seo Birdlife coinciden en que Aragón recibe a unas 50.000 grullas, en algunas ocasiones pueden darse cita en la laguna hasta 100.000 aves al mismo tiempo. Cuando inician el vuelo al norte para reproducirse cruzan de nuevo los Pirineos, bien por Somport o bien por el valle de Tena. Pero en su viaje, en ocasiones, les sorprende la denominada 'boira' o niebla.

"Al ver las nubes no se atreven a cruzar y dan media vuelta. Se produce una especie de atasco y algunas vuelven a Gallocanta y otras incluso se quedan a dormir en las pistas de esquí para intentarlo de nuevo al día siguiente. A veces las ves en Panticosa, en Canfranc o en Sallent de Gállego. Hasta en La Sotonera alguna vez", explica el delegado de Seo Birdlife. 

No solo en Gallocanta y en el embalse de La Sotonera hay poblaciones de estas aves. En los últimos años, a esta lista de destinos favoritos se ha unido la laguna Del Cañizar, donde se está recuperando una lámina de agua que, sumada a los cultivos cercanos, hace de la zona un buen paraje para las grullas. 

"Llama la atención que en Belchite, zona árida, también estemos encontrando grupos pequeños de grullas. Creemos que van a barrancos escondidos o pequeños humedales", comenta Luis Tirado. 

Con todo, la laguna de Gallocanta es el lugar por excelencia en el que disfrutar del espectáculo que es ver y oír a las grullas. "Ellas dan nombre a Gallocanta, que es una reserva natural y un ecosistema muy delicado, en el que se llegan a contabilizar más de 200 especies animales", explica Carmen Alijarde, presidenta de la Asociación de Amigos de Gallocanta

Febrero, el adiós a las grullas

Durante su estancia, muchos vecinos y curiosos se acercan a la laguna al amanecer y al atardecer para ver como miles de aves surcan el cielo con su característico trompeteo -graznido que realizan las grullas-.

Este fin de semana, las aves ponen rumbo al norte de Europa en busca de un clima más frío donde poder comenzar la cría. Para despedirlas, Gallocanta se vuelca con ellas y celebra la Fiesta de Despedida de las Grullas, que este año alcanza su 24 edición.

"Todo el sábado y el domingo hay actividades. Avistar las grullas al amanecer y al atardecer, con la luz tan bonita que hay, es la actividad estrella, pero hay muchas más", recalca Alijarde. 

Hay más de una decena de actividades organizadas, como paseos interpretativos del entorno natural, presentaciones de libros para todas las edades y un mercadillo de artesanía. Todo para despedir a las grullas hasta que vuelvan para pasar el invierno.