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‘Antecessor’ reconstruye el rostro de Pedro I, el tercer rey de Aragón

Los estudios forenses no han permitido averiguar la causa de la muerte pero determinan que el monarca murió joven, media cerca de 176 centímetros, no era robusto y padeció bruxismo

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Reconstrucción del rostro de Pedro I./ Aragón TV.

Pedro I, vivió poco más de 30 años, reinó durante una década y durante ese tiempo extendió y afianzó el reino de Aragón. El capítulo de ‘Antecessor’ ofrecido este jueves por Aragón TV ha permitido identificar sin margen de duda a través de la genética los restos del que fuera tercer rey de Aragón, que reposaban en el panteón del monasterio de San Juan de la Peña en una urna junto a restos de otro cuerpo.

El equipo forense ha determinado que murió a una edad de entre 30 y 35 años. Su esqueleto está casi completo, a excepción de una parte de la columna vertebral y uno de los fémures, lo que ha permitido hacer un estudio antropológico completo que señala que Pedro I medía entre 172 y 176 centímetros, una altura considerable en la época. Su dentición estaba casi completa aunque los dientes presentan signos claros de bruxismo. Como señala el odontólogo forense, Jesús Obón, tenía una enfermedad periodontal, con desgaste importante en los dientes “por un posible bruxismo que le hicieran apretar y rechinar los dientes en situaciones de tensión y estrés o por la noche”. Además, se ha podido averiguar que el monarca no fue una persona muy robusta o musculada.

El estudio de los huesos no ha permitido establecer ni enfermedades ni causas de muerte. Eso lleva al equipo médico a pensar que pudo fallecer por una de las causas más frecuentes en la época: una enfermedad infecciosa aguda.

Sobre la salud del monarca, el historiador Domingo Buesa recuerda que no hay datos sobre las causas de la muerte aunque según las crónicas “se curó de una enfermedad importante tras visitar el monasterio de San Miguel de Aralar en Navarra. 

La genetista Eva Barrio ha podido determinar que los restos analizados pertenecen a Pedro I tras cotejar su ADN con el de los restos de Ramiro I y Sancho Ramírez, abuelo y padre del rey.