Albarracín, epicentro del fotoperiodismo con un seminario que reúne a 180 profesionales

Son imágenes que valen mil palabras captadas por ojos que saben ver. El fotoperiodismo transmite información y sentimientos. Su esencia se respira un año más en Albarracín, que estos días vuelve a convertirse en sede de los profesionales del sector. Un foro que durante más de dos décadas ha visto cambios importantes en el mundo de la fotografía y en el que se ponen en común los cambios e inquietudes del sector.

Con años de trayectoria a sus espaldas, el fotoperiodista Gervasio Sánchez conoce cada entresijo de la cámara y de cómo usarla para captar la esencia indicada en cada momento. Él es el encargado de organizar esta cita en la Torre Blanca de Albarracín. De su mano y a través de su retina, decenas de profesionales del sector intentan descubrir los secretos que tiene tras de sí una buena imagen. "Para tener un ojo fotográfico hay que aprender, hay que ser autocritico, hay que conocer el contexto de lo que se está hablando, hay que penetrar, hay que tener paciencia, trabajar en profundidad los temas y hay que adquirir, a veces un estilo personal", afirma el fotoperiodista andaluz.

Este año, unos 180 estudiantes y profesionales participan en este encuentro, en el que se debate y se comparten experiencias. Testimonios como el de Joaquín Tornero, que entre jeringuillas y viviendas precarias, ha captado la humanidad de los adictos a la heroína que viven en el sector 6 de la Cañada Real, en Madrid: "Aunque haya gente que les señale y piensen que son lo que sea, tienen sus problemas, sus sentimientos y son personas como cualquiera", comenta el fotógrafo. Su trabajo fue uno de los que recibió una beca durante la pasada edición de esta cita.

De este seminario salen nuevas miradas con mucho que decir en el mundo de la fotografía en los próximos años. En él se ven pocas cámaras, pero sí muchos proyectos. Obras como la de Lúa Ribeira, una de las tres fotógrafas españolas de la Agencia Mágnum y que este fin de semana habla de su trabajo en el municipio turolense. También se valoran los trabajos de talentos emergentes a los que se da voz y alienta con becas para que continúen su aprendizaje.