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BÚFALO (NUEVA YORK)

Al menos diez muertos en un tiroteo en un supermercado de Estados Unidos

El atacante, un joven de 18 años, abrió fuego en el aparcamiento del centro comercial y luego entró al local. La Policía apunta a "motivaciones racistas"

EFE /
icono foto Imagen de la entrada del supermercado 'Tops', lugar donde se ha producido el tiroteo. / Fofo: EFE

Al menos diez personas han muerto este sábado y otras tres han resultado heridas en un tiroteo por "motivaciones racistas" protagonizado por un joven blanco ocurrido en un supermercado de la localidad estadounidense de Búfalo (Nueva York), según el comisionado de Policía del condado, Joseph Gramaglia. El comisionado ha confirmado en una rueda de prensa que el tirador, de 18 años, iba fuertemente armado y ataviado con equipo militar antibalas.

Cuatro de las víctimas eran trabajadores del supermercado, uno de ellos un guardia de seguridad. De acuerdo con el comisionado, que ha subrayado que "las evidencias apuntan a que el atacante tenía motivos racistas", 11 de las víctimas eran negras y dos de ellas blancas. Según su relato, el atacante viajó varias horas hasta llegar al supermercado Tops, situado cerca del centro de esta localidad del extremo norte de Nueva York, hacia las 14:30 hora local.

Cuando salió de su vehículo "estaba muy fuertemente armado con equipo táctico. Llevaba puesto un casco militar y llevaba una cámara que estaba transmitiendo en vivo lo que estaba haciendo". En el aparcamiento del centro comercial disparó contra cuatro personas, de las cuales tres fallecieron, y luego entró al local, donde siguió disparando.

En el interior, el guardia de seguridad, un policía retirado, trató de detenerlo realizando varios disparos contra el atacante que impactaron en el equipo protector que llevaba puesto. El asaltante acabó con la vida del guardia y siguió disparando contra otros clientes y trabajadores hasta que llegó la Policía.

Cuando llegaron los agentes, el agresor se dirigió a la entrada de la tienda y se colocó su propia arma en el cuello, pero después de que los agentes hablaran con él, se despojó del equipo que llevaba puesto y se rindió.