Aire acondicionado a 27 grados en verano, ¿es posible en España?

En Italia han ido un paso más allá con la crisis energética agravada por la guerra en Ucrania:  su dependencia del gas ruso ha provocado que se tenga que legislar para limitar la temperatura de los aires acondicionados y calefacciones de los espacios públicos. Según el nuevo decreto, en invierno no se podrán superar los 19ºC, aunque ante temperaturas especialmente 'gélidas' se podrá aumentar hasta los 21ºC. En verano, no se podrá programar el aire condicionado por debajo de los 27 grados, pero también se cuenta con un margen de dos grados para las jornadas más calurosas.

La medida parece haber causado cierta incertidumbre y temor entre la población. Sin embargo, en España la temperatura en casi todos los edificios públicos ya está regulada y no difiere mucho de Italia: no más de 21 grados de calefacción y no menos de 26 en el aire acondicionado.

Además, también existe una legislación española sobre la graduación de los termostatos en los centros laborales. Según el Real Decreto 486, en los lugares de trabajo cerrados, la temperatura debe oscilar entre 17ºC en invierno y 27ºC en verano para trabajos sedentarios y entre 14ºC y 25ºC para trabajos ligeros. 

El aumento del precio de la energía está poniendo en jaque a muchas administraciones que buscan la forma de reducir el gasto. La Universidad de Zaragoza, por ejemplo, adelantó el apagado de la calefacción dos semanas precisamente para ahorrar costes. A mediados de marzo, el centro universitario ya había gastado el 70% de la cantidad presupuestada para energía, cuando en años anteriores la cifra a en esas fechas se situaba en un 40%. 

Fuera del ámbito laboral o institucional, con la llegada del calor también lo hacía a las calles el debate sobre la temperatura más adecuada a la que tener el aire acondicionado, que este año se ha complicado más ante el encarecimiento de la electricidad. "Supongo que habrá que controlarlo", ha indicado a Aragón Noticias un joven turolense. Mientras, otro que paseaba por la plaza del Torico se mostraba más tajante: "No hay que utilizarlo a no ser que sea un día muy puntual que haga muchísimo calor, hay que intentar ahorrar en ese aspecto". Utilizarlo o no es una decisión individual, pero los expertos explican que, por cada grado de temperatura que se suba el termostato del aire acondicionado, se ahorra un 10%.