Más de 2.000 agricultores, ganaderos y regantes de Aragón se manifiestan en Madrid en defensa del medio rural

El campo ha salido a la calle este domingo con una marcha en el centro de Madrid para reclamar "un plan de choque" que haga frente a los altos costes y la baja rentabilidad del sector, problemas que se han agravado por la guerra en Ucrania. Aragón se ha sumado a las reivindicaciones con más de 2.000 asistentes, entre agricultores, ganaderos, cazadores, criadores o regantes, entre otros, según los organizadores.

Se han sumado a los cerca de 400.000 procedentes de toda España, según cifras de los organizadores -unas 100.000 según la Delegación del Gobierno- que han acudido este domingo a la capital española a protestar contra el incremento continuado de los precios de producción y la reducción de las tarifas eléctricas. Además, según la Unión de Agricultores y Ganaderos (UAGA), unos 60 autobuses han partido este domingo desde diferentes puntos de la Comunidad rumbo a la capital de España.

Los manifestantes se han concentrado a las puertas del Ministerio para la Transición Ecológica, tras participar en una manifestación multitudinaria que ha ocupado las calles del centro de la capital. Han reclamado más ayudas para el medio rural y han exigido al Gobierno central que intervenga en los precios y modifique leyes como la del Bienestar Animal.

"Estamos vendiendo fruta por debajo del coste"

Los asistentes han reclamado unos precios justos y un control en los costes y denuncian que la precaria situación del sector primario se está agravando como nunca. "Estamos vendiendo la fruta por debajo del coste. Nos cuesta 40 céntimos producir un kilo de fruta y a veces la vendemos a 20 y 30 céntimos", denuncia José Luis, agricultor aragonés. "Todo sube, los abonos, los sulfatos, el combustible... Tal y como está todo ahora nos dificulta vivir y producir. Así no podemos seguir", critica Mercedes Renales, fruticultora procedente de Velilla de Cinca (Huesca).

Los asistentes a la convocatoria se han movilizado contra unas políticas que, aseguran, están asfixiando a las economías que sostienen el medio rural. "Hemos venido a defender a nuestros agricultores. Nos están haciendo la vida imposible y nos dan ganas de dejarlo todo, porque no puede ser que tengamos tantas trabas y haya tanta injusticia", afirma tajante una de las asistentes a la manifestación convocada en Madrid. "Nos están obligando a que abandonemos los pueblos. Y nuestros dos hijos quieren vivir en el pueblo, y son agricultores igual que yo, pero están ya hartos", prosigue su marido. 

La organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA, la Federación Española de Caza, los criadores de toros de lidia, las cooperativas agroalimentarias y los regantes, además de la coalición que varias de ellas forman en la Alianza Rural, se han unido para reivindicar la importancia del sector en el panorama económico y social de España y reivindicar "un futuro para el campo".

"Tienen que intervenir o bien corregir los precios de la energía, los combustibles y las materias primas, porque son unos precios absolutamente desorbitados y unos se están haciendo millonarios y otros nos estamos arruinando", explica Miguel Padilla, secretario general de COAG. "El Gobierno no tiene excusa, la última medida la han puesto los italianos, metiendo dinero a la agricultura y metiendo dinero a la ganadería", reivindica el presidente de ASAJA, Pedro Barato. 

Por su parte, el presidente de la Federación Española de Caza, Manuel Gallardo, ha expresado su crítica a las políticas del Gobierno central ante la caza. "Hemos venido para decirle a este Gobierno que basta ya de políticas anticaza, que basta ya de estar entregado al ecologismo y al animalismo".

La marcha, a la que se han sumado representantes y alcaldes de diversas fuerzas políticas, ha comenzado a las 11:00 horas en la plaza Emperador Carlos V, frente a la sede del Ministerio de Agricultura, y ha recorrido el paseo de la Castellana para llegar a la plaza de San Juan de la Cruz, sede del Ministerio de Transición Ecológica. Los organizadores consideran que se trata de una cita histórica para reclamar una agricultura y ganadería viables como motor económico del medio rural y para expresar sus quejas por el alto coste de las producciones, la elevada factura energética que soportan, la falta de rentabilidad y la escasez de servicios en el campo.

La factura de la guerra de Ucrania

Desde que la marcha fue convocada el pasado enero, el sector ha visto cómo los problemas por los que clama una solución han empeorado a raíz de la guerra en Ucrania, que ha encarecido aún más la factura energética y ha dejado a una parte del sector sin algunas materias básicas esenciales, como los cereales para los piensos.

La manifestación llega también después de una semana de huelga en el transporte de mercancías por el alza en el precio de los combustibles, algo que está cortando la cadena de suministro alimentaria incluso desde el primer eslabón, impidiendo que algunos productores de leche puedan hacer circular sus productos.

El sector ha sufrido también estos meses una prolongada sequía que ha puesto en riesgo la campaña de algunos cultivos y ante la que el Gobierno esta semana ha anunciado un paquete de ayudas fiscales, laborales, financieras e hidrológicas.

Ante la crisis del campo y sus reclamos, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) defiende que trabaja para resolverlos y que, al igual que ha lanzado ese paquete de ayudas por la sequía, ha puesto en marcha otra serie de iniciativas para apoyar al sector.

El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha mencionado esta semana como ejemplos el proyecto para la recuperación y transformación económica, conocido como Perte, que dio luz verde así a una inversión pública de 1.000 millones hasta 2023; o la ley de la cadena, que impide que ningún eslabón venda por debajo de lo que ha pagado al eslabón anterior.