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CAMBIO CLIMÁTICO

Agricultores e investigadores buscan soluciones al impacto climático en los árboles frutales

Ubicar los cultivos en campos a mayor altitud o trabajar con nuevas variedades frutales son algunos de los planteamientos que se están estudiando

ALEJANDRO LÓPEZ /
icono foto Agricultores e investigadores durante el taller impartido en Teruel.

Los cambios del clima ponen en riesgo la calidad y la cantidad de la fruta que se recoge. Ante este gran desafío, los agricultores y los investigadores buscan soluciones. Algunas pasan por trabajar con nuevas variedades frutales o ubicarse en campos a mayor altitud. Esta semana se ha celebrado un taller en Teruel que ha reunido a profesionales del sector agrícola para enseñarles a realizar injertos en sus propias parcelas.

En algunas zonas altas de la provincia de Teruel, el aumento de temperatura ya permite cultivar cerezos. Hace apenas unos años hubiera sido impensable que esos cultivos salieran adelante por las condiciones climatológicas que se daban entonces. Javier Rodrigo, investigador del Centro de Investigación y Tecnología Alimentaria de Aragón (CITA), comenta que ya existen tres experiencias: "Una plantación a mil metros, otra en Mora de Rubielos y otra en Cantavieja". Todas ellas han arrojado un resultado positivo ya que "en los tres casos hemos tenido cerezas".

Los trabajadores del sector asumen que se trata de una consecuencia del cambio climático. El lado negativo es que precisamente ese calor está mermando la calidad y cantidad de otros cultivos, tradicionalmente productivos. La solución podrían ser los injertos, cambiar las variedades de los frutales. En ese sentido, su compañera en el CITA, Pilar Errea, apunta que es un interés "que pueden tener los agricultores a pequeña escala". Por ejemplo, serviría para "recuperar variedades de antes, que igual funcionan bien", y conocer a través del taller "cómo tengo que injertarlas".

Pablo Játima es uno de los agricultores aragoneses que se ha interesado por conocer más sobre esta práctica y conservar la calidad y cantidad de sus cultivos frente a las inclemencias y las grandes variaciones térmicas. Buscan "especies que aguanten esas heladas y salga una fruta en altura, que se ha demostrado que la fruta en altura tienen mucho más sabor y competencia en el mercado europeo y mundial." Mientras ellos aprenden cómo injertar en sus campos, los expertos continúan analizando cómo afecta el cambio climático en manzanos o melocotones. Saber adaptarse, afirman, será clave para la producción del futuro.