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DEPORTES DE AVENTURA

Adrenalina por las nubes: ¿por qué todos quieren volar en Castejón de Sos?

Está actividad atrae a la zona más de 5.000 visitantes al año. Las montañas, el viento y la altura del despegue son algunos de los motivos que convierten a esta localidad en la meca de los amantes del parapente

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Una persona practica un vuelo en parapente en Castejón de Sos. / Turismo de Aragón.

Más de 5.000 personas acuden cada año a Castejón de Sos atraídos por el parapente, ya sea para practicarlo o como acompañantes. Son las cifras que manejan las tres empresas que se dedican a esta actividad en la localidad ribagorzana, y que dan empleo a entre 25 y 30 personas. Unas cifras que muestran cómo Castejón de Sos se ha convertido la meca del parapente en España, además de generar actividad económica en la zona. 

¿Qué tiene Castejón de Sos que lo hace único para volar en parapente? "Todo empezó por la inquietud de dos habitantes, cuando en el año 1985 uno de ellos se compró un parapente y se vino con él debajo del brazo. Fue entonces cuando se hicieron los primeros vuelos en el valle, que continuaron a lo largo de los años como una pasión heredada de padres a hijos", cuenta Basilio Silva, director de una de las tres empresas especializadas en vuelos con parante en Castejón de Sos, Tandem Team.

Hoy, casi cuatro décadas después, este municipio de la comarca de la Ribagorza se ha convertido en la meca de los amantes de los altos vuelos. Las montañas, el viento y la altura de despegue son algunos de los motivos que hacen que sea uno de los mejores lugares para practicar este deporte de aventura. 

El primer despegue que se realizó en aquella época fue en una montaña cerca del municipio oscense. Tras el vuelo, aterrizaron en mitad de un campo de fútbol, en el que daba la casualidad de que en ese momento estaban jugando una final, con todos los habitantes y autoridades del lugar viendo el partido. Lo que empezó como una divertida anécdota fue ganando adeptos y, poco a poco, Castejón de Sos se convirtió en el lugar ideal para volar en parapente en España.

El término parapente es un acrónimo de 'parachute' (paracaídas en inglés) y 'pente', pendiente. Un deporte que consiste en lanzarse desde una pendiente pronunciada con un paracaídas desplegado, realizando un descenso controlado. Se puede hacer en solitario o bien en 'tándem', es decir, en vuelo biplaza en el que el instructor se encarga del manejo del parapente y el acompañante disfruta del vuelo. 

"Esta es una de las mejores zonas, no solo del país, sino de todo el mundo. Hay competiciones, escritos y libros que nos avalan como uno de los mejores destinos para practicar el vuelo", explica Silva. Tanto es así, que una de las carreras más importantes en el ámbito nacional recorre con especial hincapié Aragón. Se trata de la 'X-Pyr', una competición bienal que comienza en el País Vasco y finaliza en Cataluña, con aterrizajes, vuelos y despegues por toda la zona norte del país.  

Las montañas que rodean Castejón de Sos, la protección que dan los Pirineos de algunos vientos, la altura considerable de los despegues en la zona, el viento favorable y el entorno natural son las razones más importantes que hacen de este lugar la meca del parapente. Es uno de los lugares de España con más días de vuelo al año y, aunque la temporada fuerte se da durante los meses de verano, es posible flotar sobre las nubes cualquiera de los 365 días. 

Para el alcalde de esta localidad oscense, José Manuel Abad, se trata de un "importante motor económico" para una localidad de 800 habitantes en la que hay cuatro empresas dedicadas a este deporte. "Fue una apuesta que hicieron hace 40 años en el pueblo, que consiguió dar un impulso a Castejón de Sos que no tenía. Le dio una dimensión enorme, aquí se han realizado campeonatos de España e internacionales. Es un deporte que ha puesto al municipio en el mapa", explica el edil. Además, valora el empuje que le da al turismo y a la asistencia de visitantes a la zona. "Sin duda, es un punto de referencia como uno de los mejores lugares del mundo para hacer parapente", añade. 

Enclavado en plena Ribagorza oscense, este municipio no solo es conocido por aragoneses y nacionales. El perfil de los aficionados a los altos vuelos que acuden hasta Castejón de Sos es de todas las nacionalidades: desde franceses a japoneses y chinos. Y las empresas contabilizan hasta 5.000 vuelos al año. Desde el sector señalan que la afluencia es constante una temporada tras otra, si bien es cierto que no ha sufrido un aumento relevante desde sus inicios en mitad de los años 80, sino que ha crecido de forma progresiva. Un motor económico para la zona que también se alimenta de pernoctaciones y el gasto en hostelería que puedan hacer los turistas en el valle.

Un ejemplo es el de Sara Pérez, una joven oscense que decidió probar un vuelo en parapente con una amiga. "Aprovechamos a hacer turismo por la provincia y vimos las localidades cercanas a Benasque. Habíamos oído hablar de que en Castejón de Sos se hacía parapente y que iba mucha gente a hacerlo allí", cuenta esta joven. Como se encontraban cerca de la zona, no lo dudaron y se acercaron hasta una de las escuelas de vuelos en parapente del municipio.

"Una hora más tarde estábamos en lo alto de una montaña, ataviadas con un casco, mono y arnés, preparadas para volar", recuerda sobre el momento. Sin duda, repetiría la experiencia que califica de "increíble". "Las vistas eran espectaculares, la sensación de libertad y de volar es indescriptible. Durante unos minutos no puedes pensar en nada que no sea disfrutar del paisaje y de esa sensación", concluye.