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COMPRAS

Adiós a la bata, hola a la corbata

La ropa cómoda deja paso a las prendas de vestir y complementos de fiesta

ALIZIA BEGUÉ/ R. ROSELLÓ /
icono foto En Elma Shop Zaragoza, los vestidos y ropa de vestir se agotan con rapidez.

La flexibilización de las medidas para controlar la pandemia permite, poco a poco disfrutar de más vida social y pasar menos tiempo en casa. Un escenario que tiene su efecto directamente en la ropa de vestir y, por lo tanto, en la afluencia en los comercios. Las sensaciones en el sector son positivas y notan el aumento de clientes. Muchos son los que han 'colgado' el chándal o la bata y se han pasado a la corbata y al vestido.

El presidente de la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (ECOS), Antonio Tornos, confirma que la gente "mira más, toca más y compra más, sobre todo ropa y calzado”. Esta positiva consecuencia se une a la ampliación de los aforos al 100%, que elimina a su vez las colas en la calle. “La gente en el interior de un comercio siempre va a llamar a más gente -explica Tornos-, y para muchas tiendas de textil que lo han pasado muy mal, con jubilaciones anticipadas, esto es un balón de oxígeno".

María Jesús Bartolomé, de la tienda de moda Saraville, en Zaragoza, asegura que durante las últimas temporadas el pijama ha sido “el rey” de las ventas. “Se agotaron incluso en fábricas y almacenes”, afirma. No fue la única prenda más solicitada, “hemos vendido muchísimas batas", añade, porque "se ha notado que hemos pasado más tiempo en casa, sobre todo los jóvenes”. Sin embargo, considera que cuando bajen más las temperaturas, el pijama volverá a experimentar un repunte de ventas. 

Las batas de colores y diseño, nueva tendencia para el próximo invierno.

Sonia Sánchez, de La casa de las batas, también ha advertido un incremento de las ventas de esta casera vestimenta: “La ropa de casa como pijamas o camisones se ha estado vendiendo más que antes de la pandemia”. A su vez, Sánchez ha observado un mayor interés de los clientes en el comercio local, personas que “ya no querían ir a centros comerciales, se volcaron con el pequeño comercio y luego han seguido viniendo". El motivo explica: "buena calidad y a mejor precio”. Otra de las razones que motivan las compras es el hecho de “lavar en exceso y que la ropa se estropee más”, puntualiza.

"Vuelve la ilusión por estrenar"

En la tienda de moda Tórtola, regentada por Conchi Pastor, han percibido un aumento del interés en la ropa de salir o de fiesta. “Se empieza a notar que la gente tiene ganas”. En su establecimiento ha advertido que desde la flexibilización de las restricciones “la gente ya piensa en comprar, en cambiar más de ropa", afirma. Antes le decían “no sé para qué mirar porque no salgo” y ahora "me piden vestidos y camisas", dice ilusionada.

Las grandes superficies perciben igualmente este aumento del interés por la ropa de “salir”. “Las colecciones han cambiado, el año eran más comfy, de tejido elásticos, de punto, sudaderas… Y ahora más de salir arreglados, con blusas o tejidos menos cómodos”, señala Isabel Paricio, responsable de prensa del Corte Inglés de Zaragoza. “En el 2019 no había lentejuelas o ese tipo de tejidos más ricos, pero ahora están volviendo. Antes no había esa ilusión por estrenar”, apuntilla.

En Nacho Ruberte, tienda de trajes de hombre, están comprobando como  las ventas “se van animando”. Jorge Trinchán, responsable del negocio, se muestra algo aliviado: “Llevamos dos años sin comprar ropa para arreglar y parece que ya apetece”, expone. Confían en mantener esta tendencia al tiempo que se van eliminando restricciones, aunque reconoce que "afectan mucho los aumentos de casos". El Pilar 2021 y el interés por "arreglarse un poco más", subraya, ha servido para mejorar "un poco" las ventas. No obstante reconoce que "todavía quedan lejos los datos de 2019".