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VIVIR CONECTADO

A más contactos en las redes, ¿menos en la vida real?

En el 90% de los casos, el usuario accede a la red con un teléfono móvil

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Dos personas graban un video con su móvil.

Internet y sus aplicaciones están cada vez más presentes en el día a día de los más jóvenes, fundamentalmente a través del móvil. Los teléfonos lideran, con un 90%, los dispositivos con los que el usuario se conecta a la red, seguidos por el clásico ordenador portátil, en el 55% de los casos, o las tabletas, con el 33%, según indica el último informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia sobre el consumo audiovisual de los españoles.

Si hay algo aún más significativo es el uso de plataformas para ver contenidos audiovisuales. En 2016 sólo existían en el 11% de los hogares, mientras que en 2021 están presentes en el 53%.

Mientras, las redes siguen evolucionando. Instagram crece imparable al lado de 'TikTok', que se ha convertido en la favorita de la gente joven. Pero como todo, el uso desmedido de estas aplicaciones conlleva riesgos. 

Focos y móviles de última generación, todo ello para atraer seguidores a las redes sociales. Los 'influencers' y 'tiktokers' -personas conocidas por crear contenido en la red social TikTok- consiguen con cada una de sus publicaciones sumar más usuarios deslizando la pantalla. 

La hiperconectividad genera soledad

"Estoy muchas horas, casi todo el día", comenta una joven zaragozana consultada por Aragón TV sobre el tiempo que destina a las redes sociales cada día. 

Para muchas personas estas aplicaciones son fuente de inspiración, de comunicación y, sobre todo, una herramienta de comunicación, pero su uso excesivo puede derivar en todo lo contrario. La hiperconectividad genera soledad. 

"Si en el mismo tiempo aumentamos el número de relaciones, la calidad de estas relaciones va a disminuir. Significa que no hay la misma confianza, la misma disponibilidad para contar nuestras cosas y puede derivar en soledad", explica el sociólogo Juan David Gómez. 

Las redes sociales pueden mermar la capacidad de socializar y derivar en problemas de autoestima. "La ansiedad cuando buscamos esa retroalimentación positiva, el like, el me gusta", comenta el experto.

Cada red social tiene un propósito o se destina a un uso concreto. En el caso de Twitter, su función se enfoca más a los contenidos de actualidad y sirve como fuente de información sobre los sucesos del día a día. Por otro lado, Instagram es una red social eminentemente visual y audiovisual. Los videos y fotografías que se comparten en ella muestran, en muchas ocasiones, la vida cotidiana de los usuarios.

Otro de los peligros es la sobreexposición: dónde vive, de qué trabaja, a quién conoce, cuáles sus aficiones... Todas las respuestas están en internet, donde los datos son personales, pero en muchas ocasiones dejan de ser privados. 

Una usuaria de redes sociales comenta con inquietud los peligros que pueden conllevar las redes, en especial, señala,  aquellos que afectan al ámbito de la privacidad. La seguridad es una de las mayores preocupaciones que rodean a estas aplicaciones, pero en tres de cada diez hogares con menores desconocen cómo filtrar los contenidos audiovisuales