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EMPRESA

43 toneladas de papel y 500 kilos de tinta para imprimir 19 millones de papeletas electorales desde Utebo

San Francisco Artes Gráficas participó en la elaboración de la documentación de las primeras elecciones democráticas en España para Aragón, y han trabajado para todos los comicios autonómicos en Aragón

ARAGÓN NOTICIAS /
Instalaciones de la empresa San Francisco Artes Gráficas.
icono foto Instalaciones de la empresa San Francisco Artes Gráficas.

La empresa San Francisco Artes Gráficas comenzó en 1948 su andadura en Zaragoza, comercializando calendarios para Obras Misionales Pontificias, como fuente de financiación para arrancar su actividad. Ahora, recibe encargos de varias multinacionales, pero, además, desde la llegada de la democracia también se encarga de la impresión de la documentación y las papeletas de las elecciones autonómicas en Aragón. 

"Hemos hecho todas las elecciones autonómicas, ya que hemos ganado los concursos que saca el Gobierno de Aragón", admite Miguel Ángel Murillo, socio gerente de la empresa, quien añade: "No solo es imprimir toda la documentación de las mesas, sino las papeletas de todas las candidaturas que se puedan presentar y los sobres de votación".  Murillo admite la complejidad que entraña el encargo de imprimir 19 millones de papeletas, que suman 43 toneladas de papel y 500 kilos de tinta: "Hay que tener capacidad para hacer todo esto. Estar las 24 horas del día por si surge algún problema, capacidad de producción, de organización y conocimiento".

Para las elecciones municipales, es el Ayuntamiento de cada localidad el que encarga a una imprenta este trabajo, aunque San Francisco Artes Gráficas también ha hecho en varias ocasiones las elecciones de la capital aragonesa.

Además, esta empresa participó en las primeras elecciones democráticas que se celebraron en España. "Con cierto orgullo podemos recordar que el antiguo Gobierno Civil de Zaragoza nos encargó la impresión y la distribución de la documentación de las primeras elecciones generales en Aragón", detalla Murillo, quien al mismo tiempo resalta el "revuelo" que generó entre los vecinos la presencia de varios agentes de la Policía Nacional en los talleres, que se dedicaron a custodiar las instalaciones. 

Después de aquellas primeras elecciones, San Francisco Artes Gráficas se ha vuelto a encargar de hacer las elecciones generales en varias ocasiones: "En la actualidad, se sacan a concurso en Madrid, agrupando varias comunidades en el mismo concurso".

75 años de historia

El mundo de hoy poco o nada se parece al de mediados del siglo XX, cuando nació esta empresa en el centro de Zaragoza. De hecho, el trabajo diario de una imprenta se ha transformado radicalmente, tras pasar de la linotipia a la impresión digital. "Llegamos a tener 80 empleados, aunque, ahora, con solo 20, producimos cien veces más que entonces con las nuevas técnicas", reconoce el socio gerente de la compañía.


Antigua linotipia. / San Francisco Artes Gráficas.

El nombre de la empresa alude a sus orígenes, cuando los hermanos Murillo Alfranca (padre y tío de los actuales propietarios), tras abandonar su puesto de trabajo en la editorial Luis Vives, comenzaron a financiar su actividad, editando calendarios para Obras Misionales Pontificias. "Mi padre tenía mucho contacto con monjas, curas, y comercializaba calendarios de San Francisco Javier. De allí pasó la empresa a llamarse San Francisco, que es el patrono de las misiones", cuenta Miguel Ángel Murillo.

Actualmente, su trabajo es muy variado y abarca la confección de libros, revistas, catálogos y todo tipo de papel comercial, contando entre sus principales clientes con dos multinacionales farmacéuticas y del automóvil. "La cartera de clientes ha cambiado totalmente. Si antes teníamos unos 300, pequeños o medianos, ahora contamos con 25 grandes empresas, que solicitan pedidos importantes, cada uno de los cuales puede suponer el envío de un camión completo de 24 toneladas", apunta Murillo.  

Crisis del papel

Uno de los peores momentos por los que ha pasado el sector ha sido la reciente crisis de producción y distribución de papel en Europa. "Se pasó muy mal", asevera el empresario: "Hubo un momento -subraya- que no podías acudir a los concursos porque no tenías papel. El cliente pedía un papel determinado y había que decirle que no había, y que se tenía que adaptar a lo que en ese momento hubiera en el mercado y, además, no se podía discutir el precio, que llegó a subir un 80%".