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ANIVERSARIO

Valdespartera cumple 15 años: de la entrega de las primeras viviendas a tener más de 22.000 vecinos

El 23 de febrero de 2007 se entregó la primera promoción de VPO de la que se ha convertido en una de las áreas más jóvenes de la capital aragonesa

ALBERTO RILLO /
icono foto La Puerta de la Luz, acceso al barrio y a la ciudad por la A-23.

Un 23 de febrero de 2007, el incipiente barrio zaragozano de Valdespartera recibía a sus primeros vecinos, buena parte de ellos jóvenes ilusionados con su primera vivienda. Eran pioneros, recién llegados a un paisaje agreste formado por grúas, excavaciones y esqueletos arquitectónicos sobre un fondo estepario de reminiscencias cinematográficas, que darían pie a bautizar sus futuras calles con títulos de renombre del celuloide. 

En un ambiente de alegría desbordante, la entrega de llaves de las 48 viviendas del bloque 41-47 de la calle El Maquinista de la General reunió al entonces alcalde, Juan Alberto Belloch; a su predecesor, José Atarés; al delegado de Urbanismo, Antonio Gaspar, y al consejero de Obras Públicas del Gobierno de Aragón, Javier Velasco. 

Sobre los terrenos de un antiguo cuartel militar de comunicaciones ya en desuso comenzaba a plasmarse el plan parcial, a partir de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y del convenio firmado por el Ayuntamiento y el Ministerio de Defensa para construir 9.687 viviendas, la mayoría, excepto 300, de protección oficial. 

Ajenos todavía al posterior pinchazo de la burbuja inmobiliaria, en 2006 el crecimiento del precio de la vivienda en Aragón había sido de dos dígitos (18,5% el de la nueva y del 27,5% el de la usada, según el servicio de estudios de la desaparecida CAI) y el Gobierno de Aragón (datos de 2007) impulsaría en toda la región algo más de 2.000 viviendas de protección oficial (en 2021 se calificaron 53). 

Aragón Televisión, nacida menos de un año antes, abría el informativo del mediodía con la noticia. En la pieza, una veinteañera llamada Miriam Ló mostraba feliz su flamante piso vacío tras muchos meses de visitas ansiosas ante el lento avance de las obras. “Estaba muy contenta. Era una gran oportunidad para poder acceder a un piso propio y me dije ahora o nunca”, rememora ahora, 15 años después de ese momento. Resultar agraciada con uno de esos pisos de poco más de 100.000 euros era un lujo para muchos de quienes querían abandonar el nido familiar.

Centro vecinal Barrios del Sur, situado entre las calles La Isla del Tesoro y Ciudadano Kane.

Lo hacían, además, en un barrio de diseño pionero y criterios muy ambiciosos de aprovechamiento bioclimático, en el que se proyectaban amplias zonas verdes y un gran número de servicios y equipamientos deportivos, como recuerda su autor, el arquitecto y actual director de Servicios de Planificación del Ayuntamiento de Zaragoza, Ramón Betrán.  

La orientación sur de las viviendas y el uso de los invernaderos como acumuladores de calor, la disposición de los lagos y depósitos para aprovechar “hasta la última gota de agua” (objetivo lastrado más tarde por el mejillón cebra), las cubiertas planas de los edificios para la instalación de placas fotovoltaicas, la recogida neumática de basuras, la protección contra el viento con los bloques transversales y el uso de la vegetación… “El barrio más ecológico” se llevó varios reconocimientos del Comité Hábitat de Naciones Unidas, apareció en los medios nacionales y atrajo hasta sus calles por diferentes motivos a figuras de renombre como Penélope Cruz y Florentino Pérez. 

La falta de servicios del principio

Pero los comienzos nunca son sencillos. “Al principio, explica Miriam Ló, no teníamos ni tranvía para ir a trabajar y había un bus, el C3, que pasaba cada media hora”. Al problema del transporte público se unía la casi ausencia de comercios.

“Los comienzos fueron duros, estaba prácticamente todo por hacer y no había casi de nada”, recupera Adolfo Lahoz, presidente de la asociación Los Montes de Valdespartera.

Entre los emprendedores más audaces, un par de bares que ya han cambiado de manos y la papelería Maipa en Los Olvidados, convertida en bazar para colonizadores donde sus dueños, ahora jubilados, lo mismo vendían periódicos y juguetes que tornillos y escarpias, embutidos y pan, hacían fotocopias y encargaban los libros del cole.     

Junto a ellos, Jessi, al frente de 'People Shine', la primera peluquería del barrio y uno de los negocios más longevos (abrió en noviembre de 2008). “Quería tener mi propio salón y crecer con el barrio, lleno de gente muy joven que se volcó a consumir en los pocos comercios de la zona. De hecho, los fines de semana eran una locura de preparativos para bodas y celebraciones”, apunta.

Jessi, Laura y Miriam, en la peluquería y centro de estética ubicado en la Plaza Bámbola.

Más tarde, Beatriz Jiménez “se lanzó al vacío” y, entre polvo y excavadoras por todas partes, montó la panadería, pastelería y cafetería 'Fresa Negra'. “Vimos que faltaba mucho comercio y, ya que vivíamos aquí, decidimos abrir”, rememora.  

Por el camino quedaron proyectos como el centro comercial Lumière, el campo de fútbol de Bofill y, sobre todo, el Parque de la Selva, destino final del ferial y reivindicación histórica de los vecinos, siempre desatendida por todos los grupos políticos que han alcanzado el gobierno de la ciudad. 

En medio de la crisis económica, que dejó un buen número de solares vacíos, las calles de ‘Mordor’, como socarronamente rebautizaron muchos a un barrio entonces dormitorio, se llenaron de parejas jóvenes con carros de bebé y perros. Niños y mascotas por todas partes. Y en el cielo, aviones, en un barrio que alcanzó uno de los mayores índices de natalidad de todo el país.

El primer colegio, en 2008, y el tranvía, en 2011 

Entre tanto, comenzaron a llegar algunos de los servicios públicos comprometidos: el colegio Valdespartera I (2008), el centro de salud (2010), el tranvía (2011), y el mercado (2012) allanaron la vida de los vecinos.

Beatriz Giménez, al frente de la pastelería Fresa Negra, en la calle Desayuno con Diamantes.

“El problema de Valdespartera es que se ocupó muy deprisa y los equipamientos han ido más lentos, por lo que aún quedan vacíos importantes”, explica Betrán sobre un desarrollo “a gran escala y muy rápido” ya “más propio del pasado” que llevó a que muchas promociones de cooperativas  “se parecieran demasiado unas a otras, pero qué le vamos a hacer”, se resigna. 

Betrán recuerda en este punto el concurso arquitectónico para el diseño de cuatro manzanas “con personalidad propia” que reunió a figuras como Heliodoro Dolls, Teófilo Martín y Luis Fernández, Ricardo Marco y Franco y Pemán. “Es lo que pasa con la vivienda de protección oficial que o se hace un esfuerzo proyectual o acaban siendo casi todas iguales”, abunda.

El urbanista de Valdespartera también reivindica su idea de “un barrio abierto al servicio de cualquiera”, alejado del “urbanismo autista” de otras zonas y dotado de una gran cantidad de servicios públicos y espacios verdes “donde se fomentaran las relaciones sociales”. Todo ello dentro de un plan muy detallista en el que se fijaban las velocidades máximas por calles, la ubicación concreta de los comercios y las condiciones de urbanización”, recuerda. 

Cuestiones pendientes

El empeño vecinal, por su parte, ha contribuido en este tiempo a lograr mejoras como un centro de reuniones, la casa de la juventud, una biblioteca, la constitución de Arcosur, Rosales del Canal, Valdespartera y Montecanal en el distrito Sur, una oficina postal, un nuevo potrero en Ben-Hur y el centro cívico de Rosales.

Mercado de Valdespartera, espacio de compras y centro de reunión de muchos vecinos.

En este tiempo, Valdespartera ha crecido hasta acoger a más de 22.000 vecinos (39.217 en todo el Distrito Sur según el censo de 2021) y se ha poblado de comercios que ocupan unos locales cuyos precios son, a juicio de Lahoz, "desorbitados". "Hay quienes siguen creyendo que no hemos crecido o que no tenemos de todo, pero en 15 años hemos crecido muchísimo. El centro de salud nos llegó a la vez que el de Parque Goya, que lo llevaba esperando una década. Y tenemos de todo, si no quieres, no tienes por qué salir de aquí", defiende Jessi. Por tener, dentro de poco añadirá a su perfil un cuartel logístico de la Guardia Civil y un hospital privado del grupo Quirón. 

Quizá por esa pujanza mantiene abiertas reivindicaciones importantes como la reapertura del centro de tiempo libre, la ampliación del servicio de biblioteca, una línea de autobús que dé salida hacia Valdefierro y la estación de Delicias, la permanente reivindicación del Parque de la Selva y la construcción de un centro deportivo municipal, "dirigido especialmente a una juventud que crece y no encuentra en el barrio alternativas de ocio", remarca Lahoz. Muy de acuerdo se muestra Miriam Ló, que lo considera "fundamental" para niños y jóvenes, especialmente en verano, además de añadir "más zonas de sombra".  

Peticiones que añade al teléfono paseando por la calle mientras llama la atención a su hijo de cinco años, que se ha portado mal. De hecho, está castigado. Los quince años han pasado para todos. 

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