El 21 de octubre de 1693 comenzó la construcción del Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña

Tras el incendio de 1675 se decidió edificar un nuevo monasterio en el Llano de San Indalecio. Constituye uno de los ejemplos más perfectos y evolucionados de la arquitectura monástica en la Edad Moderna, por su simetría, sus claustros y su organización.