Gobierno y comunidades debaten sobre la tercera dosis

Tercera dosis, sí o no y para qué colectivos. Ese es el debate que ha de abordar este tarde el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que vuelve a reunir en Madrid a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y a los consejeros del ramo de las diferentes comunidades autónomas.

Sobre la mesa, está previsto que la ponencia de vacunas, tal y como le encargó el Consejo, exponga las evidencias científicas que ha podido reunir en las últimas semanas para respaldar o no esta medida. Un nuevo pinchazo sobre el que se espera el pronunciamiento de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), que este martes aprobó -vía Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP)- aumentar la capacidad de fabricación y el suministro de vacunas contra la COVID-19 en la Unión Europea (UE).

De hecho, la consigna con la que concluyó el último encuentro entre Gobierno y comunidades autónomas fue ese: evitar las controversias sobre la tercera dosis y, como en todas las cuestiones relativas al proceso de vacunación, atender a las evidencias científicas y seguir lo propuesto por la EMA.   

Delta trastoca los planes

El debate ha ido cogiendo cuerpo en las últimas semanas por factores como la creciente incidencia de la variante Delta, convertida en preponderante en España (98,2% de los casos en Aragón), la respuesta que frente a esta ofrecen las vacunas, las propias dudas que plantea la duración efectiva de la inmunidad y y el repunte de contagios del último mes y medio, concentrado entre los más jóvenes, pero que también ha penetrado en las residencias de personas mayores. 

En este periodo, Israel ha comenzado a suministrar una tercera dosis, primero a los mayores de 60 años y, desde la semana pasada, a los mayores de 40. Bélgica la indica su población inmunodeprimida, lo mismo que planteó Estados Unidos antes de pensar en abrir el abanico a toda la población diana; y Alemania, Francia y Grecia, que está previsto que empiecen a administrarla a partir de septiembre y Austria, que lo hará en octubre. En la controversia ha terciado incluso la OMS, organismo internacional que a comienzos de este mes reclamó una moratoria para dar tiempo a los países más pobres a mejorar sus más que discretos porcentajes de población inmunizada. 

En España, el Gobierno de Pedro Sánchez ha mostrado su predisposición a dar el paso, pero siempre que venga avalado por la comunidad científica y sin olvidar la importancia de que todos los países protejan a su población. Primero fue la ministra  de Sanidad, Carolina Darias, que a finales de julio señaló que "todo apuntaba" a que sería necesaria.  Luego, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, defendió a comienzos de mes que la pandemia del coronavirus "solo será vencida cuando se extienda la vacunación a todos los países". Y la titular de Ciencia e Innovación, Diana Morant, aseguró que no la habría mientras la comunidad científica no tuviese una "evidencia" clara de que resulta necesario. "Una cosa es tener el permiso y otra cosa tener la evidencia científica, que todavía no existe", declaró días atrás.

Aragón la liga al criterio científico

Una postura que comparte la Consejería de Sanidad del Gobierno de Aragón, partidaria de que la decisión política se supedite a lo que decidan los técnicos. El 9 de agosto, el director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, reclamó cautela a quienes reclamaban ya la tercera dosis ante la aparición de nuevos casos en las residencias de mayores. “Vamos a acabar de poner la primera y la segunda, que aún nos queda porcentaje de la población a la que proteger”, declaró entonces en el programa 'Despierta Aragón', de Aragón Radio, donde defendió la "evidencia científica" de una mayor protección de las personas mayores "vacunando a todos con segundas dosis antes que empezando con una tercera". En la Comunidad, hasta este lunes 23 de agosto, 827.728 personas ya han recibido la pauta completa de la vacuna.  

En línea con Falo, el jefe de servicio de Prevención y Promoción de la Salud del Gobierno de Aragón, Luis Gascón, se ha mostrado partidario de seguir aumentando el porcentaje de vacunados entre la población diana, antes que plantearse una tercera dosis, que en todo caso, consideraría indicada para los colectivos más vulnerables, como ancianos o enfermos con patologías que afecten a su sistema inmunitario. 

Por su parte, el epidemiólogo Nacho de Blas apunta que la inmunidad de rebaño, marcada como meta desde un principio, no va a ser suficiente para controlar el avance de la COVID-19 por el riesgo que supone hacer frente a una variante como la Delta, "mucho más transmisible" y diferente, tanto a la original Alpha, como a las otras para las que sí nos habíamos preparado". Por eso insiste en tratar de convencer a los que por diversas circunstancias aún no se hayan vacunado. 

Y el vicepresidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Fernando Moraga, ha recordado este martes en el programa Despierta Aragón de Aragón Radio que no hay evidencia científica para que tenga que administrarse a toda la población sino en grupos vulnerables. 

En cuanto al resto de comunidades, Madrid defiende administrar la tercera dosis a personas inmunodeprimidas y que presenten una bajada de defensas que hagan que la segunda dosis "no sea suficientemente segura". Posición que comparten otras regiones como Cataluña, Andalucía y Castilla y León.  Por su parte, Murcia ya planteó en la última Interterritorial que el ministerio de Sanidad realizase un estudio de inmunidad nacional para determinar la necesidad de ese nuevo pinchazo.

De trasfondo, algunos trabajos de investigación, todavía no concluyentes, apuntan a la pérdida de eficacia de las vacunas. Es el caso de un estudio realizado por la Universidad de Oxford, publicado como preimpresión y en el que han participado 500.000 personas, se determina que la variante Delta reduce la efectividad de las vacunas de Pfizer-BioNTech y Oxford-AstraZeneca.