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TERRORISMO

Diez años del anuncio del "cese definitivo" de la violencia etarra

Una década después, más de 300 asesinatos de la banda terrorista siguen sin resolverse

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Los tres terroristas encapuchados que aparecieron en el comunicado con el que ETA anunció el "cese definitivo" de la violencia.

Este miércoles se cumple una década del comunicado de la banda terrorista ETA en el que anunció el "cese definitivo" de las armas. Un paso que detuvo cerca de medio siglo de muerte y terror indiscriminado, pero que no ha servido para resolver más de 300 asesinatos de los 855 perpetrados por la banda, 16 de ellos en Aragón. Un reguero de vidas rotas con el que, por otro lado, no pudo alcanzar los objetivos políticos que le llevaron a la lucha armada. 

El Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo de Vitoria ha recordado en la tarde de este miércoles a la víctimas de ETA, con motivo del décimo aniversario del cese de su actividad terrorista. Allí se han dado cita decenas de personas que sufrieron de forma directa e indirecta la violencia de la banda terrorista. El ministro Grande-Marlaska ha reconocido ante ellas que en muchos casos fueron ignoradas, y considera que es un "compromiso del Estado" luchar contra el olvido para reparar su honor. En una jornada como esta, el lehendakari Iñigo Urkullu ha tenido también un recuerdo para las víctimas y recuerda que su gobierno quiere que "las víctimas sigan formando parte activa de la construcción de la convivencia y del futuro".

Un reguero de atentados y víctimas durante cinco décadas

Cientos de atentados después, de treguas rotas, diálogos fallidos con gobiernos de UCD, PP y PSOE y una estructura debilitada por los cuerpos de seguridad del Estado, en el año 2011 apenas quedaba nada de la fuerza que ETA había ido ganando desde que un grupo de estudiantes fundara la banda terrorista durante el franquismo. A Carrero Blanco, presidente del Gobierno al final de la dictadura, lo asesinó en 1973. Un año después, colocó una bomba en una cafetería de Madrid con la que asesinó a 13 personas. Una acción que no llegó a reconocer hasta 44 años después. 

Lejos de relajar su acción violenta con la llegada de la democracia, la intensificó. Perpetró varias matanzas indiscriminadas, como las de la plaza de la República Dominicana, en Madrid (12 guardias civiles), Hipercor, en Barcelona, (21 personas asesinadas y 45 heridos) y la Casa Cuartel de Zaragoza (11 muertos, seis de ellos menores de edad y 87 heridos). También extorsionó a empresarios y cometió secuestros. El más largo, el del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, que permaneció encerrado durante 532 días.

En los 90, activó lo que llamó la 'socialización del sufrimiento', con la que apostó por asesinatos selectivos para ganar repercusión: Gregorio Ordoñez, Miguel Ángel Blanco... ETA ha sembrado el terror durante 43 años en España. Ha matado a 855 personas. Sus víctimas más recurrentes, guardias civiles. También policías, militares, políticos, jueces, periodistas y ciudadanos anónimos. 

Su huella en Aragón

El primer zarpazo de la banda terrorista en Aragón se produjo en 1987. ETA voló un autobús de la Academia General Militar frente a la iglesia de San Juan de los Panetes en Zaragoza. Colocó 30 kilos de goma 2, con los que acabó con la vida de un soldado y de un comandante. Más de 40 personas resultaron heridas, algunas de ellas de carácter muy grave.

Unos meses más tarde, colocó un coche bomba en la Casa Cuartel de la Avenida Cataluña de la capital aragonesa Las tareas de desescombro mostraron la magnitud de la masacre: once fallecidos. Entre ellos, cinco niñas, un menor de 17 años y cuatro guardias civiles. A ello hay que sumar un total de 87 heridos. 

Tras más de una década sin víctimas en la Comunidad, la banda terrorista asesinó en Sallent de Gállego (Huesca) a los Guardias Civiles Irene Fernández y José Ángel de Jesús mediante la colocación de un coche bomba. 

Un año después, un tiro en la nuca acabó con la vida del  presidente del Partido Popular en Aragón, Manuel Giménez Abad, en pleno centro de Zaragoza. El político aragonés se dirigía con su hijo al estadio de La Romareda para vivir en directo el derbi del Moncayo entre el Real Zaragoza y el Numancia.

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Diez años del fin de la violencia de ETA. Reportaje de Sara Villellas en Aragón Radio.
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