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EDUCACIÓN

Vacaciones familiares para conciliar con las jornadas de adaptación del inicio del curso escolar

Más de 9.100 familias aragonesas afrontarán en una semana las jornadas de adaptación en primero de Infantil, aulas de dos años y guarderías

MAR BURGUEÑO /
Más de 9.100 familias aragonesas afrontarán en una semana las jornadas de adaptación. / Europa Press.
icono foto Más de 9.100 familias aragonesas afrontarán en una semana las jornadas de adaptación. / Europa Press.

Vacaciones para conciliar. Más de 9.100 familias aragonesas afrontarán en una semana el periodo de adaptación de sus hijos en el primer curso de Educación Infantil, aulas de dos años y guarderías. Una situación que obliga a muchos padres a cogerse unos días libres con motivo de la vuelta al cole para conciliar con los horarios de los pequeños los primeros cinco días de clase.

En total, 9.188 alumnos empezarán primero de Infantil en toda la Comunidad: 6.621 en Zaragoza; seguidos de Huesca, con 1.588, y Teruel, con 979. Según datos del departamento de Educación del Gobierno de Aragón, a estos se suman los 466 matriculados en las aulas de dos años, que han aumentado el número de inscritos en los últimos cursos, pasando de 140 en 2017 a los más de 400 actuales.

Las jornadas de adaptación se llevarán a cabo a partir del día 8 de septiembre a lo largo de cinco jornadas -finalizarán el día 14 de este mes-. Estos cinco días, los escolares que acudan por primera vez a aulas de Infantil tendrán un horario más reducido, de apenas unas horas, para familiarizarse con el entorno, los profesores, el alumnado y las instalaciones. De esta forma, según indican los expertos, se evitan traumas y se facilita la incorporación al centro educativo de una forma más positiva. 

"Cuando un niño está acostumbrado a estar con su padre o madre durante el día, sufre un cambio muy drástico cuando lo llevan al colegio durante seis horas seguidas. Este puede acabar padeciendo el síndrome del niño abandonado: los pequeños piensan que los padres no iban a volver a recogerlos, que se quedaban solos... Para algunos niños puede ser muy traumático", explica el presidente de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía, Juan Antonio Planas.

Beneficios para niños, profesores y padres

Planas señala que las jornadas de adaptación son una medida que aporta beneficios tanto a profesores como a niños, siendo estos últimos los más favorecidos. "Es algo que puede ser bueno para todos: padres, profesores y alumnos. Las profesoras podrán atender a los niños en condiciones, ya que se incorporarán de forma paulatina, y los padres podrán acudir durante un tiempo determinado en las jornadas de adaptación. Muchas familias tienen una sensación de preocupación cuando dejan a sus hijos. Así, se disipa al conocer al profesorado, alumnado e instalaciones", señala el especialista. 

Sin embargo, para muchas familias, este periodo de adaptación suponen un problema más de conciliación. Algunos necesitan adaptar sus vacaciones o pedir días de permiso para acudir a las jornadas de adaptación impuestas por cada centro. Un ejemplo es el de Carlos Tiestos, un zaragozano padre de dos hijos, que se ha cogido unos días de vacaciones para llevar al pequeño a sus clases de primero de Infantil. "Yo tengo la suerte de poder hacerlo, pero para el 90% de la gente es un perjuicio muy grande", afirma Tiestos, que deberá acudir entre las 11:30 y las 13:00 horas del mediodía. "Es un horario que parte toda la jornada. Yo tengo más libertad de horarios, pero he pedido unos días que tenía pendientes del año pasado", explica Tiestos.

En el caso de Eugenia Sánchez, ella ha podido adaptarse la jornada durante esos días "para no tener que recurrir a los abuelos". "La experiencia de mi hija mayor me dice que son horarios poco compatibles con los del trabajo... Muchas veces tienen una hora o dos, pero a mitad de mañana", cuenta Sánchez. Ella ha cambiado el turno con una compañera del hospital para poder ir por la tarde esos días y así, mientras ella se encarga de las mañanas, su pareja está en casa por las tardes con los niños. 

Por su parte, la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Aragón (FAPAR) ve como positivo este periodo de adaptación, siempre y cuando se cumplan las necesidades individuales de cada familia. "Por ejemplo, si hay familias que necesitan servicio de madrugadores o de comedor, insistimos en que se respete y se adapte el horario de las jornadas a esos requerimientos", añade la presidenta de FAPAR, Nieves Burón. La mayoría de los centros recomiendan no hacer uso del servicio de comedor ni madrugadores durante las jornadas que dure el periodo de adaptación.