Resignación entre los vecinos desalojados por el incendio en la tercera noche fuera de casa

Tan importante como la cama o el café del desayuno es la información en aquellos puntos donde están reubicados los alrededor de 250 vecinos de Olba y San Agustín desalojados por el incendio de Teruel y Castellón, que pasan, con la de este sábado, su tercer noche fuera de casa. Por la mañana ha habido convoyes que han permitido a algunos vecinos acercarse hasta las localidades para recoger medicinas o alimentar a los animales que se tuvieron que quedar sobre el terreno. 

Pero además de esto, han traído de vuelta cierta tranquilidad. Uno de los vecinos explicaba: "Nuestra inquietud era ver cómo estaba Olba, cómo estaban las casas, ver cómo estaban los animales. Vimos que estaban bien". Otro añadía: "De momento en el valle no se ve que haya algo que nos ponga en peligro". 

Pero además de alivio, entre las personas realojadas hay resignación porque ya son dos las noches que los vecinos de Olba y San Agustín han pasado fuera de casa. 

Algunos explican que se está haciendo muy largo, una situación que se ve agravado porque, según explican otros vecinos, tuvieron que salir de casa prácticamente con lo puesto. 

Los vecinos esperan con resignación a que el incendio evolucione favorablemente para volver a casa. 

El presidente de Aragón, Javier Lambán, tras la reunión en el Cecop de Barracas, ha pedido paciencia y comprensión a los vecinos desalojados. Ha reiterado que, por el momento, se va a mantener esta situación por su seguridad. 

Y en esta misma línea se ha pronunciado también el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig. Ha pedido prudencia a la población y ha agradecido su colaboración a los desalojados, una cifra que en Castellón asciende hasta las 1.500 personas. Ha recordado también que se está trabajando en la protección de sus hogares.